Aldaia, una de las localidades valencianas mayormente afectadas por las inundaciones del 29 de octubre se prepara desde hoy para paliar los posibles daños que pueda crear la nueva DANA prevista a partir de este miércoles. Para ello, se ha establecido la distribución de numerosos sacos de arena en el entorno del barranco que se desbordó, según ha informado el alcalde del municipio, Guillermo Luján.
El primer edil ha confesado que la población se encuentra asolada por la preocupación ante la falta de información que hay sobre el nuevo temporal. Si bien la AEMET estableció el aviso el fin de semana pasado, Luján explica que no se sabe con certeza cuánta cantidad de agua va a caer en la población. “En el año 2022 fue la última DANA importante, el caudal fue 225 metros cúbicos, el 29 de octubre, hace dos semanas, fueron 2.200, 10 veces más, eso fue un tsunami", ha estipulado.
Nueva medida de contención
Normalmente, en Aldaia se realizan tareas de gestión de las gotas frías cada año. De hecho, ante avisos por lluvias torrenciales, su suelen poner protecciones en túneles y calles, que se tratan de unas compuertas destinadas a canalizar el agua del barranco de Saleta hasta el río Turia. No obstante, esta vez las medidas de seguridad se encuentran impracticables, ya que resultaron destrozadas por la riada. “Ante esta desprotección, nos estamos buscando la vida como hemos estado haciendo estas últimas semanas”, ha afirmado Luján.
Así, en el municipio se ha tomado la decisión de depositar sacos de arena en los alrededores del barranco. La idea es instalar una especie de “muro de contención” y así intentar mermar los desperfectos que pueda causar la fuerza de un agua que puede que asole de nuevo la población. “En la incertidumbre de la información precisa, vamos a tomar esta medida. Y toquemos madera para que no haya más tragedias, que ya está bien”, ha sentenciado el alcalde.
Otra medida preventiva aprobada por el Ayuntamiento municipal ha sido la cancelación de las clases para el día de mañana miércoles. Según Luján, esta acción se ha puesto en marcha para garantizar la seguridad de alumnos y docentes, ya que muchos de ellos deben realizar desplazamientos para llegar a los centros educativos.
Por tanto, el alcalde es partidario de que, "a la vista del último tsunami, se tenga presente que la decisión de la movilidad educativa se tiene que tener con una visión general, no desde cada municipio, porque podemos tomar decisiones que sean erróneas y para eso tenemos que tener un ámbito, una administración que tenga toda la información para que la visión y la solución sea general".
Asimismo, Luján ha dicho que las últimas 48 horas han resultado muy duras para los residentes de Aldaia ya que, desde un primer momento, se han volcado en recuperar los espacios dañados por las precipitaciones y en ayudar a los damnificados. No obstante, ante la alerta de una nueva DANA, ha sido necesario realizar un balance de los daños para aprender y actuar de forma preventiva.
“La información existía”
"Ese tsunami era prácticamente imparable con los medios que tenemos. Lo que sí que se puede haber intentado es evitar daños personales. Y el martes 29 de octubre, a las 18.40, la información de que el barranco tendría 1.600 m3 por segundo de caudal existía, solo que en Aldaia no lo sabíamos. Si nos hubieran informado en ese momento, una hora y pico antes de que llegara el agua, alguna medida preventiva para evitar daños personales se podría haber tomado", ha lamentado Luján. "Esa es la clave que ahora mismo nos ocupa para que no vuelva a pasar en esta vez. La información no la tienen los ayuntamientos, pero sí que pedimos que cuenten con nosotros y, sobre todo, que nos informen", ha zanjado.