Pese a los pronósticos sobre nubes y lluvias, la Noche astronómica volvió a contar con el cielo despejado y los vecinos de la playa pudieron disfrutar el sábado 17 de la observación con telescopios de alto nivel, gracias a la colaboración del astrónomo Amadeo Aznar con el Ayuntamiento de Puçol, una cita habitual cada verano en Estiu Voramar.
«La actividad fue bien. Las pocas nubes que pasaron no molestaron la observación de la Luna y Saturno, tuvimos suerte, como todos los veranos», señala el astrónomo Amadeo Aznar, coordinador de la actividad.
La Noche astronómica convoca cada verano entre 250 y 300 vecinos de todas las edades, dispuestos a disfrutar de un punto de vista sorprendente de la Luna y, en esta edición, también de Saturno. Además, para los tímidos o aquellos que no quieren esperar, un proyector conectado a uno de los telescopios permite ver en una pantalla grande las mismas imágenes.
«En esta edición, la actividad comenzó el sábado 17 de agosto sobre las 22 horas y finalizó poco después de a medianoche», continúa Amadeo. «Entre las 300 personas que se "asomaron” a los telescopios, muchos vecinos de Puçol, pero también turistas del camping y los apartamentos, atraídos por la promesa de ver la luna de cerca».
Y es que los telescopios utilizados para la Noche astronómica no están al alcance de cualquier vecino, por lo que muchos agradecieron a los técnicos de la concejalía de Turismo y a Amadeo la posibilidad de disfrutar de un espectáculo atractivo y de forma gratuita.