La noche del 28 de noviembre a Meliana se ponía en marcha el nuevo sistema lleva a puerta de recogida de residuos sólidos urbanos, la basura. Durante tres años, con una pandemia por el medio, el Ayuntamiento ha sido estudiando, elaborando informes y licitando el nuevo servicio de limpieza viaria y recogida de residuos después de que el contrato anterior había finalizado.
Cómo explica el alcalde, Josep Riera: "Todos los estudios encargados por el Ayuntamiento y elaborados por consultoras especializadas y por los técnicos municipales han determinado que el sistema más adecuado para las características de Meliana es el puerta a puerta por la eficacia y la rapidez de lograr unos bonos resultados en la recogida separada de los residuos desde el origen, desde cada domicilio". Y los datos parciales que están llegando de algunas de las fracciones así lo confirman. A Meliana se está produciendo un proceso muy rápido de crecimiento en las cantidades de residuos separados por fracciones de acuerdo con la normativa actual.
En este sentido, resalta el máximo responsable municipal: "En cuanto a aquello que antes considerábamos todo como resto, ahora lo estamos separando como resto y orgánico prácticamente al 50 % y, respecto de los envases y el plástico estaríamos triplicando los datos del año pasado". Así, de los 102.280 Kg de residuos de Meliana que han entrado a las plantas de tratamiento del EMTRE los primeros 20 días de diciembre, 53.800 kg han sido de resto y 48.480 kg de orgánico.
En cuanto a los envases y el plástico, los datos que ha facilitado el Departamento de Residuos de Vaersa indican que en las tres primeras semanas de diciembre de este año se han recogido 14.460 kg cuando en el mismo periodo del año pasado, con el sistema anterior de contenedores abiertos a la calle, fueron 4.740 kg.
En una primera valoración de la implantación y de los datos que están llegando, el alcalde manifiesta: "Todo y las dificultades iniciales y algunas reticencias que siempre comporta un cambio de hábitos tan importante, cómo es el hecho mismo de sacar la basura, se está evidenciando que la decisión del cambio será positiva para los objetivos planteados a Meliana, tal como se recoge en los diferentes estudios específicos que se habían elaborado". Una gran mayoría de la población está aplicando el nuevo sistema, por eso los resultados son positivos, pero también se cierto que todavía hay gente que no participa y esto está generando algunos problemas y algún conflicto.
Por eso, el primer edil hace un llamamiento: "Es importante que toda la ciudadanía de Meliana nos implicamos en el nuevo sistema de recogida porque los beneficios medioambientales y sociales son muy evidentes, pero también porque hacerlo implicará a corto plazo beneficios económicos para el municipio y para los melianers y las melianeres". De hecho, implicará que el Ayuntamiento tenga que pagar menos por el impuesto de vertido estatal que entra en vigor en el 2023 y que, para el 2024, se puedan implementar reducciones en las tasas vinculadas a la recogida y al tratamiento de los residuos a aquellos vecinos y vecinas de Meliana que estén contribuyendo a los buenos resultados.
Finalmente, Riera recuerda: "La decisión de adoptar este nuevo sistema se ha tomado de acuerdo con toda la legislación europea, estatal y autonómica vigente, con los informes técnicos necesarios, con campañas de información y participación, siguiendo todos los procedimientos administrativos, con plenas garantías jurídicas y por una anchísima mayoría del pleno del Ayuntamiento". De hecho, el último documento específico en este ámbito elaborado por el Ayuntamiento fue el Plan local de gestión de residuos domésticos y asimilables del municipio de Meliana, que fue aprobado de manera definitiva, sin ningún tipo de alegaciones, el 23 de diciembre de 2021, justo hace ahora un año.
El documento, de 222 hojas, analiza el municipio, el contexto, la normativa, los sistemas de recogida, los objetivos y establece el sistema lleva a puerta cómo el más adecuado para un municipio de las características de Meliana. El dedo plano se aprobó sin ningún voto en contra: doce votos a favor y cinco abstenciones.