La Policía Local de Chiva ya ha iniciado las acciones sancionadoras a los propietarios que no recojan los excrementos de sus mascotas en la vía pública dentro de la campaña de controles por dron. Se trata de una iniciativa coordinada entre el Ayuntamiento de esta localidad de la comarca de la Hoya de Buñol y el cuerpo de Policía Local a través de la que se busca erradicar uno de las principales problemáticas del municipio.
De hecho, el Ayuntamiento considera que los excrementos caninos que no se recogen en la vía pública y los vertidos ilegales no autorizados son "dos de los grandes problemas de salud pública que este ayuntamiento está dispuesto a atajar con medidas como las ahora iniciadas", especifican fuentes municipales.
Es por ello que la primera campaña de control por dron de este tipo empezó la pasada semana —tanto en el casco urbano como en las urbanizaciones— y ya se han interpuesto seis sanciones a propietarios de mascotas que abandonaron las haces en la calle. Unas imágenes de conductas incívicas que fueron captadas por el dron de la Policía y que están sancionadas con hasta 200 euros.
Además, algunas de las sanciones han sido por carecer los propietarios de la documentación necesaria, según ha informado el consistorio en un comunicado. Y es que esta campaña permite, asimismo, "controlar aspectos relacionados con la documentación correspondiente a los animales, en especial los referidos a las razas potencialmente peligrosas".
Vuelos de dron para detectar vertidos ilegales
Además de usar el dron para localizar dueños de mascotas que no recojan los excrementos durante los paseos con sus mascotas, la Policía Local también va a emplear esta herramienta para evitar que se produzcan vertidos ilegales que no tengan autorización en el casco urbano y en las urbanizaciones y diseminados de Chiva.
De esta manera, la Policía programará vuelos de drones, que están equipados con cámaras de alta resolución, para vigilar las áreas de la localidad que son más propensas a ser escenario de vertidos no autorizados.
"La proliferación de vertidos ilegales se ha convertido, no solo en un grave problema medioambiental, sino que también supone un importante despilfarro para las arcas municipales que deben hacer frente a una situación extraordinaria que ocasiona un profundo malestar entre los vecinos", denuncian desde el consistorio.