Coincidiendo con la Semana de la Movilidad en Valencia, el proyecto solidario ‘Bici para Todas’ ha querido entregar, en un acto oficial, su bicicleta número 500. Esta iniciativa, impulsada por el Colectivo Soterranya, AMA y Sant Joan de Déu Servicios Sociales, recupera bicicletas abandonas o en desuso, con el objetivo de repararlas y entregarlas a personas sin recursos que necesitan un medio de transporte para buscar trabajo, ir a la escuela o acceder al centro laboral.
Un proyecto que funciona gracias a la labor de los voluntarios, y que contribuye, además, a crear una sociedad mucho más comprometida con los beneficios de la sostenibilidad y la importancia de “crear un planeta más verde y limpio”, como han señalado desde AMA. Este lunes se ha hecho entrega de la bicicleta número 500, y como detrás de cada entrega hay una historia de superación y futuro, en esta ocasión no podía ser menos. El afortunado, un joven del barrio, que forma parte de un proyecto de empleo, y que necesita esta bicicleta tanto para acudir a su formación, como a su futuro empleo.
A este acto ha asistido tanto el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, Giuseppe Grezzi, que ha puesto de manifiesto la importancia de la bicicleta para “recuperar los derechos universales, como el de la movilidad”, además de hacer hincapié en la apuesta por parte del Consistorio para “seguir apoyando iniciativas como ésta. Tenemos que seguir pedaleando para crear una ciudad más justa, donde todos somos iguales”.
Asimismo, también ha participado el concejal de Movilidad de Torrent, José Antonio Castillejo, que ha querido agradecer “la gran labor de ‘Bici para Todas’ porque gente que no tiene recursos, le ponen a su disposición un medio de transporte a través de un proyecto social como este”. En este sentido, Carlos Falcó, representante de Sant Joan de Déu, ha explicado que “la relación con este proyecto fue amor a primera vista. Cuando personas que lo necesitan ayudan a otras que también lo necesitan, se crean lazos que son muy especiales. La gente se siente partícipe de este proyecto”.
Las distintas asociaciones que conforman este proyecto solidario han querido recordar a los asistentes “el compromiso y la dedicación de todos los usuarios, que dan una nueva vida a esas bicicletas para facilitar el día a día de aquellas personas que más lo necesitan. Queremos cambiar el mundo, y aunque suene ambicioso, el cambio local está en los barrios, en la gente que tenemos alrededor. Si todos colaboramos, somos más fuertes. Por tanto, hay que pedalear para no dejar de soñar”.