València acoge con gran aceptación al contenedor marrón

És necessari continuar amb les campanyes informatives i de concienciació.

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Con la campaña del Ajuntamiento de València "N’erem pocs… I arriba el Marró!”, a partir del 5 de noviembre de 2018 se instalaron en la ciudad los nuevos contenedores marrones. Tras un primer contacto, la concejala Pilar Soriano ha hecho balance del uso que vecinos y vecinas han estado dando a los contenedores de residuos orgánicos. Por ahora han tenido una buena aceptación, pero habrá que esperar a finales de enero, después de las fiestas, para realizar una caracterización más completa de qué es lo que se recoge exactamente en los contenedores marrones.

Este proyecto empezó ya en 2017, con una primera fase que comenzó en los barrios de Benimaclet y Sant Marcel·lí, añadiéndose más tarde otros barrios como Campanar y Sant Pau. Soriano apunta que solo en esta fase se consiguieron recoger 2188 toneladas de basura orgánica. Durante el 2018, además, se empezó a desplegar la segunda fase añadiendo nuevos contenedores paulatinamente entre los meses de noviembre y diciembre, consiguiendo 1205 toneladas más de residuos reciclados.

La concejala apunta que, en general, la gente ha respondido muy bien. La población se lo ha tomado en serio y prácticamente todos los residuos que se han depositado en el contenedor marrón eran los correctos. Sin embargo, también advierte de una pequeña porción de la población que todavía sigue sin separar ningún tipo de residuo. Por tanto, sigue siendo necesario continuar con campañas de concienciación e información a la ciudadanía para conseguir que se aumente la cantidad de residuos reciclados.

Durante las primeras campañas de concienciación, además de panfletos, carteles y cartas, se repartieron 52.682 kits de reciclaje en los puntos informativos, que constaban de un pequeño cubo marrón y bolsas compostables, entre otras cosas. También se impartieron charlas de unos 15 minutos de duración, que tuvieron muy buena acogida en los diferentes barrios en los que se implantó.

A partir de ahora, una parte de estos proyectos de concienciación se centrará en los más pequeños y ya se está desarrollando una campaña en los colegios de la ciudad, que arrancará definitivamente a lo largo de este mes de enero. Se pretende no solo dar información y concienciar a niños y niñas desde muy jóvenes, sino también que entiendan cómo funciona el proceso del reciclaje y qué ocurre con los desperdicios que generan.

Por su parte, la tercera fase de este plan está completamente diseñada, en espera para ponerse en marcha tras la asignación de presupuestos a lo largo de este año. Por ahora, el servicio de reciclaje de residuos orgánicos ya está disponible para el 51% de la población de la ciudad, pero se pretende que tras las fallas 2019 este servicio esté implantado para el 100%.

La introducción de los contenedores marrones

Estos nuevos contenedores se han ido añadiendo progresivamente en los diferentes barrios de València con una importante campaña publicitaria. Esta introducción se debe a la exigencia de la Unión Europea en 2014, que propuso la necesidad de maximizar los recursos disponibles tras una revisión de los objetivos de reciclaje. Con un mayor aprovechamiento de la basura orgánica, se pretende reducir a la mitad la cantidad de residuos que llegan a los vertederos, además de fomentar la creación de compost y biocombustible naturales y de calidad.

Como se explicaba en las cartas que se difundieron y en los puestos informativos, en el contenedor marrón solo se deben tirar los residuos 100% orgánicos, es decir, restos de comida o plantas, incluyendo cáscaras de huevo; papel de cocina sucio, o bolsas de infusiones o restos de café, siempre que no contengan plástico. Solo el resto de residuos, excepto los que van el los otros contenedores (papel y cartón, vidrio, envases, ropa y aceite usado), deberán ser depositados en el contenedor gris. Estos restos orgánicos pueden significar hasta el 40% de la basura que se produce en las casas.

Algunos ejemplos de residuos que deberían ir en el contenedor marrón son los restos de fruta, verdura, carne o pescado; restos de bollería o panes; huesos de fruta, cáscaras, semillas o frutos secos; restos como papel de cocina o servilletas usadas; bolsas de infusiones o restos de café (pero no cápsulas); corchos de botella que no sean de plástico o resina; serrín; restos de plantas, etc.

Por otro lado, en el contenedor marrón no se pueden depositar aceites; pañales, compresas, preservativos u otros productos de higiene de un solo uso; corchos de plástico o resina; excrementos; piedras o tierra ni productos de limpieza.

 

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