Los que 'avisaban' a Ciudadanos tras dimisiones tenían razón

L'exdiputat de la formació, Alexis Marí, creu que "l'única" opció de recuperar-se és tornar al projecte original

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"Y continuará lloviendo", señalaba el exdiputado de la formación naranja, Alexis Marí, hace unos meses. Las voces de las muchas dimisiones apuntaban al peligro de virar ideológicamente e "intentar adelantar al PP por el arcén derecho". Poco después, el aviso se tornaba realidad; tras las dimisiones y una reconfiguración de la cúpula de Ciudadanos, afín y sin discrepancias hacia el líder, Albert Rivera, el partido veía como su máximo histórico de Ciudadanos se transformaba en su mínimo.

Ciudadanos obtuvo, en las pasadas elecciones del 28 de Abril, su mejor resultado nacional hasta la fecha, con 57 diputados. Un partido joven -en su faceta nacional, no autonómica y municipal- conseguía así superar al resto de formaciones jóvenes y situarse como tercera fuerza política. Sin embargo, la política nacionalista española, su aproximación a la ultraderecha de Vox y postura sobre Catalunya no resultó como pretendían. Seis meses después, la formación pasa a tener 10 escaños y ser la sexta fuerza del Congreso, por detrás de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos y ERC.

Al día siguiente de la debacle electoral, Albert Rivera anunciaba su dimisión como presidente de la formación y su intención de no recoger el acta de diputado: dejaba la política. "Es el fin de la etapa que, los que abandonamos en su día, decíamos. Tarde o temprano, los pilares de un edificio realizado con un encofrado de tierra, tiene que caer, y así ha sido", analiza Marí.

En la Comunidad Valenciana también se ha notado la bajada de la formación. Con Toni Cantó como principal cara visible -aunque la candidata, más desapercibida, es María Muñoz-, Ciudadanos ha perdido 287.694 votos, y ha pasado de seis a sólo dos escaños. Sólo Compromís se encuentra por detrás. Muñoz señalaba la misma noche que "las victorias se celebran y de las derrotas se aprende".

Varias crisis

Marí señala que el problema al que se enfrenta ahora Ciudadanos no es sólo político, sino también social y, en gran medida, económico. Tras perder 47 escaños y situarse con sólo 10 en el Congreso de los Diputados, la formación pierde 3,5 millones de euros en subvenciones. Unas ayudas que sirven para pagar facturas, personal e incluso sedes. Es "una empresa que cotiza a la baja" sobre la que, el posible futuro o futura dirigente, "debería pensarse" dar el paso.

Sobre quién puede suceder a Rivera, los rumores apuntan a Inés Arrimadas. Una posibilidad, sin embargo, que el exdiputado no ve acertada, pues tenía "un discurso como Albert [Rivera] o incluso más agresivo". Es "difícil" encontrar alguien a la altura, en un contexto en el que Rivera "no volverá", pues "se fueron todos" antes. Cree que la manera de que la formación funcione y vuelva a ser 'útil' pasa por volver a sus inicios, con unas líneas que, señala, estaban en "las antípodas" de las de ahora: "No se puede enfrentar el nacionalismo con ultranacionalismo".

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