La Concejalía de Medio Ambiente de Xirivella ha plantado 150 árboles en un vertedero clausurado de la localidad para remediar los efectos de los metales pesados y otros componentes contaminantes que se han ido filtrando durante años en la tierra y los acuíferos de la huerta.
El pasado mes de enero se retiraron más de 1.850 toneladas de residuos, principalmente derivados de las obras con presencia de amianto, y se procedió a la clausura y restauración superficial de la parcela 32 del polígono 4 Faitanar, con la colaboración de la Diputación de Valencia y el EMTRE.
Esta parcela había sido usada como vertedero ilegal desde los años 80, cuando el Ayuntamiento dejó de utilizarla como lugar para el almacenamiento y cremación de los residuos urbanos del municipio. Desde entonces, los vertidos incontrolados han ido contaminando el subsuelo, situación que no se había solucionado con los trabajos anuales de contención del vertedero.
La plantación de estos 150 árboles, moreras en su mayoría pero también álamos blancos o chopos, contribuirá de forma natural a la restauración ambiental, ya que estos árboles tienen la capacidad de extraer y acumular los contaminantes del suelo a la vez que generan efectos de fitorremediación en el terreno. Esta técnica consiste en “utilizar los mecanismos propios de las plantas para practicar medidas correctoras de suelos y acuíferos”, según explica Sebastián Sirgado, uno de los profesionales que ha participado en el proyecto.
Karin Jansen, concejala de Medio Ambiente, señala que “la parcela contaminada se encuentra en medio de la huerta recientemente protegida dentro del Plan de Acción Territorial de Xirivella, por lo que su recuperación resulta clave como herramienta complementaria a su protección”.