La ampliación de la V-21 es “un boicot a las políticas de movilidad sostenible de València”

Des de Per L’Horta denuncien que se seguisca avant amb aquest projecte, mentre “la UE demana a Madrid i Barcelona que reduïsquen el trànsit motoritzat a la ciutat”

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“Llama mucho la atención como desde la Unión Europea se está forzando a Madrid y Barcelona a reducir el tráfico motorizado en la ciudad, mientras que en València, como no tenemos una contaminación tan elevada, se sigue adelante con el proyecto de la ampliación de la V-21, que está pensado para estimular la entrada de más vehículos a la ciudad de València”. Marc Ferri de la asociación ecologista Per L’Horta habla así de lo que ya ha empezado a construirse en una de las entradas a la ciudad.

A principios del mes de julio, el Ministerio de Fomento daba luz verde a la ampliación a tres carriles del tramo Carraixet – València de la autovía V-21, ordenando la expropiación de los terrenos necesarios para la ejecución de las obras. Un proyecto que continúa avanzando a buen ritmo, mientras se pone en peligro 62.000 metros cuadrados de huerta, que desaparecían del mapa valenciano.

Un proyecto que pretende descongestionar el tráfico de este tramo, y que se ha convertido en una especie de depredador de la huerta valenciana, y no solo eso, sino del responsable del derribo de construcciones rurales, acequias y caminos paralelos que forman parte del paisaje de València y Alboraya. De hecho, como apuntan desde Per L’Horta, “es muy probable que los derribos comiencen este otoño o invierno”.

Desde esta asociación no se rinden y, como anunciaron en su día, mantendrán acciones judiciales contra el proyecto de ampliación de la V-21 para conseguir la paralización definitiva del plan porque, explica Marc Ferri, “no es solo una cuestión de afección a la huerta, sino que se hace para facilitar la entrada de más vehículos cuando se están reduciendo aparcamientos y se está extendiendo el carril bici”. “Prácticamente se trata de un boicot a las políticas de movilidad sostenible del Ayuntamiento de València”, concluye.

Por su parte, tanto el alcalde de València, Joan Ribó, como el portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, han manifestado, en repetidas ocasiones, su oposición a un proyecto que “arrasa con huerta productiva”. Ribó presentó, en su momento, un proyecto alternativo con el que se conserva hasta un 60% de la huerta amenazada sin renunciar a la ampliación. Sin embargo, se ha encontrado con una puerta cerrada.

En esta línea, Joan Baldoví también lanzó una batería de preguntas parlamentarias en el Congreso instando al Gobierno a explicar de qué manera iba a minimizar el impacto que supondrá esta ampliación tanto para el medio ambiente y el territorio valenciano, como para las personas que viven o trabajan en esta zona. Aun así, sigue sin haber novedades, mientras las obras avanzan sin descanso.

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