El alquiler sube un 54% mientras que los sueldos un 20% en la provincia

Un pis de 100 metres ha passat de costar 520 a 780 euros mensuals, un 45% del sou mitjà

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El precio medio del alquiler en la provincia de València ha subido un 53,85% desde su mínimo en 2014. El salario medio de los valencianos de la provincia, en el mismo período, ha subido un 20%, dos tercios menos. En la capital, además, se ha situado el alquiler medio a 10 céntimos de alcanzar el máximo de la burbuja inmobiliaria.

Un piso de 100 metros cuadrados costaba, en 2014, unos 520 euros mensuales. En el caso de una persona soltera o que fuera la única empleada, con un sueldo medio de 1478,83€ mensuales en 12 pagas, esto suponía poco más de un 35% del salario dedicado a la vivienda; quedaban 959 euros para el resto.

En 2018 el salario medio se sitúa en 1.780,16 euros mientras que el mismo piso de 520 pasaría ahora a costar 800 euros mensuales. Esto supone un 45% del sueldo percibido cada mes. El mismo piso, en la zona más cara de València -Ciutat Vella-, costaría 1.070 euros.

El dato es más alarmante si en vez de hablar de sueldo medio se habla de sueldo mediano, es decir, el más habitual entre los valencianos. En toda la Comunitat, según los datos de la Agencia Tributaria, el sueldo más común es de 1.307 euros mensuales.

Cada mes, las noticias relativas al alquiler detallan una subida que, de momento, está lejos de frenarse. Según el portal Idealista, en junio el alquiler medio en toda la Comunitat registró una subida semestral del 7,5%. Así, una vivienda de 60 metros para una persona o pareja, ha pasado de costar 399 euros a 429.

Desde inmobiliarias e interesados en estas subidas se señala a la alta demanda de este régimen de vivienda como la causa, gracias a causas como la subida del empleo o la dificultad de compra tras la crisis. Sin embargo, los salarios no evolucionan al mismo nivel y, según la última cuenta, medio millón de viviendas siguen vacías. Unas viviendas cuyos propietarios -en su mayoría bancos-, si pusieran en alquiler, satisfaría la demanda y bajarían los alquileres.

Forzar la competencia

Tanto desde el Ayuntamiento de València como desde la Generalitat se ha apuntado a la intención de atajar o 'paliar' el problema. Ambos coinciden en una medida más probable a corto y medio plazo que la "limitación" por ley de los alquileres: la vivienda pública.

La construcción de nuevas viviendas de titularidad pública -el alcalde Joan Ribó habló de un plan para construir 600 esta legislatura-, con unos alquileres asequibles fijados, obligaría al resto del mercado privado a bajar los precios para poder competir.

Algo semejante propone el Conseller de Vivienda y Vicealcalde Segundo de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau. Por ello propuso, esta semana, la posibilidad de que el Govern compre vivienda ya construida para "hacer frente a la falta de oferta de vivienda pública". Hace hincapié, precisamente, en las miles de viviendas vacías que hay en la Comunitat, mientras miles de valencianos no pueden acceder a una casa.

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