En plena celebración del Día de la Mujer Trabajadora, momento para reivindicar la igualdad entre géneros, en todos los sectores de la sociedad, qué mejor que hablar con Alicia Piquer, Concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Rafelbunyol, que, además de considerarse una ciudadana comprometida e implicada con su trabajo, está convencida de que con la aportación de cada uno de nosotros, podemos conseguir transformar la sociedad.
Hoy, 8 de marzo, es el Día de la Mujer Trabajadora, ¿Qué acciones vais a llevar a cabo en Rafelbunyol para conmemorarlo?
Puede ser que hagamos alguna acción simbólica, pero, este año, se están promoviendo paradas y huelga general y hemos considerado que no debíamos hacer nada el 8 de marzo. Tenemos 10 días con actividades para las mujeres de todas los edades que nosotros llamamos Semana de las Mujeres y la Igualdad. Yo haré huelga en mi trabajo y, por lo tanto, la única acción que realizaré será asistir a la manifestación.¿En qué sectores de la sociedad consideras que hay más desigualdad?
Prácticamente, en todos porque si hablamos de mujeres, que han tenido menos formación y que ocupan puestos laborales menos remunerados, están peor pagadas que los hombres sin formación, que ocupan el mismo tipo de puesto laboral. Y en el caso de las personas con mucha cualificación, la desigualdad es la misma. Sólo hay que pensar en el ámbito universitario, en el ámbito de la investigación e, incluso, en aquellos puestos en los que es necesario una oposición, los puestos de representación también los ocupan los hombres, prioritariamente.Por tanto, no hay sectores, sino que es necesario pensar en toda la sociedad. Y, básicamente, es lo que reivindicamos. Que si somos la mitad de la población, en número, tenemos que estar igualmente visibles e igualmente remuneradas que la otra mitad.
¿Y a qué se debe?
Posiblemente desde la antropología te lo contestarían mejor, pero considero que se debe a la pervivencia de una sociedad machista. En el último siglo, las mujeres hemos llevado a cabo muchas revoluciones. Aun así, las estructuras -empresariales, administrativas, sociales e institucionales- han avanzado mucho menos. Sobretodo, en los últimos cincuenta años, los cambios personales que hemos hecho las mujeres, y menos nuestras reivindicaciones, no han sido recogidas completamente por la sociedad.Entrevistando a María Such, Directora del Instituto de la Mujer, afirmó que la desigualdad era una de las causas de la violencia machista. ¿Estás de acuerdo?
La desigualdad por supuesto, pero creo que hay mucho más, como la falta de asunción de muchos hombres de que el mundo, en el que ellos nacieron o el que les enseñaron, ya no es igual. Además, existe una pervivencia de roles violentos, pues los indicadores nos muestran que las generaciones más jóvenes, que todavía están estudiando, están reproduciendo roles que pensábamos que ya estaban superados, y que vemos que no es verdad. Por tanto, también pediría cierta responsabilidad a los medios de comunicación, a las instituciones, y a las personas, en general. Desde dentro de los institutos o los colegios, junto con las instituciones, estamos trabajando para eliminar estas desigualdades, pero la televisión o lo que encuentran los jóvenes en Internet o la música que escuchan se convierten en gigantes con los cuales sólo podemos luchar de forma conjunta desde todos los ámbitos.¿Cómo afrontaste tu Concejalía de Igualdad?
Con mucha ilusión, y con una idea muy clara: Que la igualdad no era una isla, sino que era una herramienta que debíamos aplicar, de forma transversal, a muchas otras áreas. Teníamos claro que yo también iba a llevar cultura, y, desde el principio, pensé que debía abordar la igualdad y la cultura de forma paralela. Para mí la cultura es una herramienta de transformación social, igual que la educación, y la igualdad también.Por eso, todas las acciones, a parte del cumplimiento de la ley de 2007 o poner en marcha el Plan de Igualdad, el resto de las actividades sí que tenían que tener ese componente de provocar el cambio, de incorporar la igualdad y, también, que intervinieran en todas las etapas de la vida de las personas, desde las más mayores hasta la infancia.