El Levante se veía las caras en casa ante el colista. El Ciudad de València tenía hambre y el conjunto granota salió a merendarse al CD Mirandés. Sin embargo, los 90 minutos se hicieron largos. Si el Levante hizo lo que quiso de su rival en los primeros 30 minutos del encuentro, poco a poco fue perdiendo fuelle. El gol de Chema en el minuto 10, puso la tranquilidad en el campo, pero no estaba todo decidido. Con el encuentro encarrilado, el conjunto granota se fue enfriando, sobre todo a raíz del susto y la lesión de Pedro López y, con ello, se llegó al descanso. Con la reanudación, el Mirandés se empezó a encontrar cómodo en el Ciutat de València y cuando Roberto paró el penalti a Roger el colista se vino arriba. Creyó en sus posibilidades y de las botas de Sangalli llegó el 1-1. El Mirandés jugó pero pasó más tiempo parando el encuentro que generando juego y ya en el descuento un claro penalti en el área de Roberto daba la oportunidad al Levante de rematar la faena. Roger y Roberto, Roberto y Roger mismos protagonistas, distinto resultado pues subía el 2-1 al marcador para acabar el cuento de la 32 jornada.
Los de Muñiz marcaron el ritmo desde el inicio del encuentro, pusieron el motor en la quinta marcha y asediaron la portería de Roberto. El primer aviso llegó de las botas de Roger en el minuto 7 de partido cuando remataba de con la izquierda un pase de Toño. Y fue prácticamente en la siguiente jugada, minuto 10, cuando tras un córner, Chema Rodríguez remataba desde la izquierda de la portería un balón que llegaba de Jason para poner el 1-0 en el marcador. Un gol que no se hacía de rogar y premiaba la intensidad y las ganas del conjunto granota. El domino local siguió durante la primera media hora de partido, el Mirandés, pese a su urgencia de puntos y a estrenar entrenador en el baquillo estaba a verlas venir. El conjunto de Pablo Alfaro empezó a despertar a los 20 minutos de encuentro, creó alguna ocasión de peligro pero la defensa granota frenaba todas las intentonas. Raúl no tuvo trabajo en toda la primera parte.
Pasada la media parte de encuentro Pedro López y Fernando Usero protagonizaban el susto del encuentro. Tras un choque cerca del área levantinista, ambos caían al suelo, el capitán del Levante sin conocimiento sufriendo un traumatismo craneoencefálico, tras unos instantes recuperó la conciencia y abandonó el terreno de juego por su propio pie pero fue trasladado a la Clínica Quiron para observación. Con la reanudación y con todos pendientes de Pedro López todavía, el Mirandés dispuso de la ocasión más clara para empatar el encuentro cuando Iker Guarrotxena lanzó un balón que salvó bajo palos Chema. A partir de ese momento, el ritmo de partido se había roto, se había parado y el tiempo pasó hasta el descanso sin que ambos equipos aportaran demasiado en el campo.
Con la reanudación, el Levante volvía al control y dominio del partido, a tener ese ritmo perdido tras las primeros 30 minutos de partido.El conjunto granota volvía a asediar la portería de Roberto que, transcurridos poco escasos minutos de la segunda parte, se convertiría en el protagonista de su equipo al pararle un penalti a Roger. Era el minuto 54 cuando Morales corría y era frenado por Carlos Moreno dentro del área. El pistolero era el encargado de tirarlo pero el cancerbero del Mirandés leyó la dirección del balón y despejó. Tras el fallo, el Levante se descolocó un poco, el campo se quedo frío pues podía haber tenido el gol de la tranquilidad. Tocaba buscarlo, sin embargo, fue el conjunto de Pablo Alfaro quien tras una serie de jugadas en el área local, en una con la que nadie hubiera dicho que subía el empate en el marcador un remate de Sangalli con la izquierda desde el centro del área acababa dentro de la portería de Raúl.
Con el empate, el Mirandés se venía arriba, el Levante se quedó helado y la superioridad del líder se desvanecía ante un colista venido arriba. El ritmo lento que se instauró en este segundo tiempo perjudicó al conjunto granota que parecía haber perdido las ideas. Además, al Mirandés le venía bien perder tiempo con lo que su juego se convirtió en eso. Pocas ocasiones, en el 75 una de Iker Guarrotxena lanzaba a más de 30 un balón a la portería de Raúl. En el 77 Casadesús fallaba un remate de cabeza desde el centro del área que sale rozando el larguero. Pero tal vez la ocasión más clara la tuvo Roger cuando se plantó casi solo delante de Roberto aunque el centro no le venía del todo bien y la jugada partía con un hombre del Mirandés en el suelo, sitio donde estuvieron continuamente los visitantes con el fin de parar el partido, enfriarlo y evitar que el Levante pudiera coger de nuevo el ritmo y la inercia ganadora. Cuando el Mirandés casi se veía ya en el vestuario con el empate, en el minuto 90, el arbitro pitaba penalti a favor del Levante, una pena máxima casi de libro cuando Gorka Kijera comentía falta dentro del área. Mismos protagonistas pero esta vez el cuento cambiaba. Roger empujaba el balón dentro de la portería de Roberto que esta vez no logró adivinar las intenciones del Pistolero. El fútbol parecía justo en esta ocasión , el conjunto granota (algunos dirán que es la suerte del líder) no falló a pesar de no hacer el mejor de sus partidos pero sí fue superior al colista por lo que al final se lo acabó merendando.