Opinión

Ah! Cómo hemos cambiado...

Guardar

Haciendo un repaso a la actualidad me viene a la memoria la melodía de una canción de Presuntos Implicados que marcó mi época de primera juventud. Se me hace irremediable tararear "Ah! Cómo hemos cambiado...."

En el mundo de la política, los acontecimientos se desencadenan a la velocidad de la luz. Cuando intentas echar la vista atrás todo parece que sucedió hace décadas, cuando realmente no han pasado más de dos o tres años.

Un caso paradigmático lo encontramos con el actual presidente socialista del gobierno de España, Pedro Sánchez. Sumido en una vorágine entre los múltiples escándalos que salpican a sus ministros, los vaivenes constantes en las decisiones y la provisionalidad que le otorgan sus apenas 84 diputados. Vive en una espiral sin fin de anuncios y desmentidos que hace difícil a cualquier mortal saber qué opina el presidente del gobierno sobre cualquier cosa. La única certeza es que no hay certeza.Pedro, "Ah! Cómo hemos cambiado...."

Además, a una velocidad de vértigo puesto que si este presidente funambulista anuncia algo por la mañana, a mediodía las redes sociales están repletas de vídeos de Pedro Sánchez desmintiéndose a sí mismo por enésima vez.

El socialismo actual muta cual Pokémon hacia una evolución que a veces sorprende, otras asusta y que se extiende también como una tendencia imparable a sus compañeros del PSPV.

Debe ser la nueva hoja de ruta marcada por el Sanchismo, puesto que no se puede entender de otra forma lo sucedido con el expresidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez.

Tras ser detenido en el ejercicio de sus funciones, pasar la noche en el calabozo y estar investigado por la justicia, fue apartado de la presidencia de manera fulminante por Ximo Puig.

Apenas unos meses después,sigue ejerciendo de alcalde, fue vetado por la dirección provincial para volver a presentarse, rehabilitado de nuevo por Puig con condiciones y ahora apunta a liderar la candidatura local en los próximos comicios ungido por el mismo Ximo Puig. Todo muy coherente.Señoras y señores del PSPV, "Ah! Cómo hemos cambiado...."

La verdad es que en su caso lo de la doble vara de medir se queda corto. La contundencia, el juicio sumarísimo y la pena de telediario que alimentaban día tras día para señalar y exiliar con la máxima premura de la vida pública a los adversarios políticos, se transforma en palmaditas en la espalda a los suyos cuando la lacra de la corrupción les afecta en primera persona.

Han pasado de la presunción de culpabilidad para los de enfrente a reivindicar la presunción de inocencia para los suyos, de la quema en plaza pública de los malvados populares a la veneración en los altares de los inocentes socialistas.Del escarnio público a los imputados del PP a "normalizar la situación" de los investigados del PSPV en la Operación Alquería.Incluso la justicia que debía caer con todo su peso sobre algunos, ahora actúa de forma desmesurada y desproporcionada si los detenidos son socialistas. Vivir para ver, ver para creer.

Resuena de nuevo en mi memoria la melodía y no puedo evitar tararear,"Ah! Cómo hemos cambiado...."

Destacados