El acto de conciliación por el despido de la empleada de la EMT tras el fraude acaba sin acuerdo

Guardar

El acto de conciliación celebrado este viernes entre la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y la exdirectora de Administración de este organismo, única despedida en septiembre tras destaparse la estafa de cuatro millones de euros sufrida en la entidad, ha acabado sin acuerdo, según han confirmado a Europa Press fuentes conocedoras de la resolución.

La exempleada y la EMT estaban citados este viernes en el servicio de Arbitraje para intentar alcanzar un acuerdo por el despido, pero finalmente no ha sido posible. Sus abogados han explicado que la entidad se ha presentado a la vista pero no ha habido acuerdo entre las partes por lo que se celebrará el juicio por el despido. "A mí también me hubieran engañado" (los estafadores), ha indicado uno de sus letrados en declaraciones a la cadena SER recogidas por Europa Press.

De igual modo, la extrabajadora, en estas declaraciones, ha manifestado que se considera "una víctima más". "Por supuesto soy una víctima; muchos se olvidan de que he sido una víctima y lo sigo siendo", ha apuntado, para asegurar que es "evidente" quién es el que se olvida de esta condición.

También ha subrayado que cuenta con el apoyo de sus compañeros y ha lamentado que se encuentra mal a nivel personal. Tanto ella como su familia lo están pasando "mal", ha dicho la exresponsable de Administración de la EMT para la que, según han insistido sus abogados, las consecuencias de la situación generada ya "han llegado" con su despido, después de 38 años en la empresa y cuando, de acuerdo con sus palabras: "No he hecho nada nada diferente a lo que he hecho antes".

Para los abogados, lo que está haciendo la dirección de la empresa es "derivar la responsabilidad hacia abajo" y para ello se ha cogido "una cabeza de turco" que es su clienta. La extrabajadora confía en que todo se solucione. "Por su puesto, tengo la plena seguridad, confio en la justicia y en mis abogados", ha concluido.

En la declaración que prestó a primeros de mes en el Juzgado de Instrucción número 18 de València, donde se investiga el fraude --de cuatro millones aunque la pretensión de los responsables era llegar a los 11-- defendió, en esta línea, que era una "estafada más".

En su comparecencia, se desvinculó por completo del fraude y describió durante más de tres horas los pasos que dio en el proceso en el que se efectuaron hasta ocho transferencias a los presuntos estafadores.

Aseguró en ese momento no poder recordar con qué motivo el presunto estafador --un supuesto abogado de una consultora que se le había identificado como Javier Parada-- le había pedido documentos con las firmas mancomunadas de la empresa --del gerente y de la jefa de Gestión de la empresa en la cuenta bancaria, que fueron falsificadas posteriormente para realizar la orden de pago a la entidad Caixabank y poder materializar la estafa de cuatro millones de euros a través de ocho transferencias--.

Sin embargo, consideraba que el primer envío de documentos pudo haberlo remitido porque esa persona le pidió "datos fiscales" de la EMT. La exempleada admitió que en un momento determinado sospechó y se lo trasladadó al supuesto abogado, quien le ofreció contactar con el concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, aunque ella prefirió no molestar.

Destacados