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Si la huelga del pasado 8 de Marzo marcó un antes y un después en la lucha por la igualdad y los derechos de la mujer, causando un gran impacto en la sociedad, sin duda, la que ya se ha comenzado a organizar para el próximo 8-M no tendrá precedentes. A poco más de un mes para la huelga del 8 de Marzo, la Comisión Estatal 8M ya ha anunciado, tras la reunión del pasado fin de semana en Valencia a la que asistieron más de 500 mujeres de toda España, que el objetivo, este año, es extender las acciones reivindicativas más allá del Día Internacional de las Mujeres.
Para ello, volverán a repetirse campañas que tuvieron una gran acogida, como la de colgar los delantales en los balcones, que, esta vez, arrancará el 1 de marzo. Aun así, cada asamblea feminista convocará diferentes acciones que trascenderán el ámbito laboral, y se harán extensible a otras áreas como la del consumo, los cuidados y la educación. Así, por poner un ejemplo, diferentes colectivos de mujeres de Cataluña celebrarán, el 14 de marzo, ‘San Violentín’ para combatir “el mito del amor romántico y la posesión”.
Por supuesto, el día grande volverá a ser el 8 de marzo. De esta manera, la Comisión Estatal 8M ha llamado a todas las mujeres a volver a inundar las calles en una huelga de 24 horas. Rafaela Pimenter, portavoz de la Comisión, explicaba que “no se puede volver a hablar de una huelga general que no incluya un paro de cuidados, de consumo y educativo. Por eso, convocamos una huelga de 24 horas, antipatriarcal, anticolonista, cuyo sujeto político son las mujeres”.
Sin embargo, el movimiento feminista también aborda otros aspectos de la sociedad, en los que han comenzado a trabajar para reivindicar que se empiecen a revertir situaciones como la que afectan a las personas inmigrantes con la exigencia del cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o la derogación de la Ley de Extranjería; pero también la despatologización de las personas transexuales en el sistema sanitario; o la abolición o regulación de la prostitución en España.
Asimismo, y tras el auge de fuerzas de ultraderecha que ponen en peligro los derechos y la protección de la mujer frente a la lacra social que supone la violencia machista, la Comisión Estatal 8M trabajará en la elaboración de protocolos que aborden la violencia de género en el ámbito de la educación, el ocio, el laboral, el judicial y el sanitario. Además, la perspectiva antirracista también vertebrará las acciones del 8-M para intentar frenar la ola que la ultraderecha está generando hacia el colectivo inmigrante del país.
El movimiento feminista está más fuerte que nunca. La sociedad está cada vez más concienciada de la importancia de unir esfuerzos para reivindicar aquello que nos pertenece: una igualdad real entre hombres y mujeres.