El palmito de Aldaia ha sido el protagonista indiscutible a las Cortes Valencianas en una sesión en la que se ha leído la Declaración Institucional que, por unanimidad, apoya a la candidatura de Aldaia para que sea declarada ‘Ciudad creativa de la artesanía del abanico de la UNESCO.
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, junto a todos los portavoces municipales del consistorio, ha estado presente en el momento de la lectura, por parte del presidente de les Corts Enric Morera, y ha contado con el apoyo personal del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, la vicepresidenta, Mónica Oltra, consejeros, representantes de la Mesa, diputados, alcaldes y, por supuesto, representantes del Gremio de Palmiters y personalidades.
Guillermo Luján, alcalde de la localidad, destaca en que "este es un proyecto de pueblo, de futuro, de ilusión, de esperanza en que juntos podemos conseguir revitalizar y dar luz al gremio de palmiters. El palmito es un símbolo de identidad tan nuestro, que une. Desde el consistorio vamos a seguir potenciando la campaña de adhesiones a esta iniciativa para que llegue a todas partes".
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, asegura que "es muy positivo que una sociedad como Aldaia se una para defender una tradición y un producto de tanta calidad, como es el abanico, que tiene tanto a ver con nuestra artesanía, y en la alegría del Mediterráneo. Quiero transmitir toda la fuerza y la ilusión para ir adelante en esta propuesta nacida del pueblo".
Por su parte, Antonio Pascual, presidente del Gremio de Maestros Abaniqueros considera que "esta declaración sería muy importante para el gremio pero, especialmente para el pueblo de Aldaia porque todo aquello que es cultura y tradición va de la mano, y esperamos que esto nos abra puertas hacia Europa, y hacer llegar el nombre de nuestro producto al mundo".
Algunos de los abaniqueros más tradicionales de Aldaia, considerada cuna del palmito, han llevado ejemplares para las autoridades y juntos han inmortalizado el momento a los pies de la escalera más tradicional del Palacio de los Borja.