El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha asegurado este viernes que el Gobierno estudiará "bien" los últimos cambios en el proyecto de ampliación norte del puerto de València y ha destacado la "actitud política de llegar a un acercamiento" entre desarrollo económico y medio ambiente.
Así lo ha afirmado en declaraciones a los medios tras la toma de posesión de la delegada del Gobierno, Gloria Calero, preguntado por la renuncia de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) a ampliar 500 metros el dique de abrigo de la futura terminal norte de contenedores y a elevar el dragado del canal de acceso hasta 22,5 metros.
Ábalos ha garantizado que Puertos del Estado estudiará el proyecto cuando lo reciba y ha resaltado los cambios "positivos", recordando que ya abogó por "un acuerdo institucional que equilibrara las exigencias medioambientales con las del propio crecimiento del puerto".
Bajo este prisma, ha puesto en valor la "actitud política" de todas las partes implicadas, celebrando que "el diálogo entre Autoridad Portuaria, Ayuntamiento, Generalitat y sociedad civil haya fructificado en una reconsideración del proyecto para minimizar el impacto".
Más allá del puerto de València, el ministro socialista ha deseado "la mayor suerte" al nuevo presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, hasta ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón.
Ábalos ha destacado en su discurso que el Gobierno de Pedro Sánchez ha licitado en la Comunitat actuaciones inversoras por de 1.267 millones, con más de 330 millones de inversión en infraestructuras desde junio de 2018.
De cara al futuro, ha prometido trabajar "intensamente" para reforzar las políticas de movilidad y avanzar en los ejes viarios y ferroviarios pendientes en la Comunitat. Ha hecho hincapié en el plan de choque en los Cercanías, para "alcanzar, antes de fin de año, los estándares de calidad y puntualidad de la media española y mejorar la atención".
El titular de Transportes ha puesto como ejemplo la liberación, tras 40 años de concesiones, del peaje de la AP-7, un "compromiso" que ha hecho posible que el número de vehículos que circulan por la Autopista del Mediterráneo entre Alicante y Tarragona haya aumentado un 71% y más del doble en el tramo entre València y la capital alicantina.
Con estos datos de tráfico, ha cifrado el ahorro en una media de 300 millones de euros en la Comunitat, algo que "repercute positivamente en la seguridad y en las condiciones de circulación de las vías alternativas de la AP-7, donde el tráfico ha disminuido de media un 30%, especialmente en vehículos pesados".