La primavera, y sobre todo el verano, es la época del año en que hay una mayor variedad de fruta y verduras. Teniendo en cuenta que la fruta de verano solo ser más refrescante y tiene un contenido de agua más elevado, hay que aprovechar esta disponibilidad de recursos que tenemos. Una de estas deliciosas frutas de temporada son las ciruelas que, aunque las podamos encontrar de diferentes colores y variedades, aportarán siempre una serie de beneficios y propiedades a nuestro organismo que os detallamos a continuación.
El principal disparo característico de las ciruelas es que son un fruto rico en fibra, cosa que ayuda a regular nuestro tránsito intestinal. Así mismo, a pesar de que su aportación de vitaminas es moderada, tiene una acción antioxidante gracias a las pequeñas cantidades de provitamina A y vitamina @E, que contribuyen a la salud del sistema inmunológico, así como al estado de la piel, la vista y los cabellos, entre otros. En cambio, en cuanto a minerales, las ciruelas destacan por el potasio, un componente necesario para la transmisión y generación de los impulsos nerviosos y para la actividad muscular.
Concretamente, las ciruelas moradas o rojas contienen antocianina, un componente con un alto poder antioxidante y antiséptico que nos servirá para bloquear los efectos nocivos de los radicales libres, así como combatir procesos infecciosos.
Así pues, de ahora hasta septiembre podremos disfrutar de esta magnífica fruta beneficiosa, un alimento tan versátil que lo podremos consumir en mermeladas, sorbetes, pasteles, deshidratado, en zumo o de la manera tradicional, a mordiscos.