Han pasado 3 meses y ya se han retirado 1.000 toneladas más. Desde que el Concejal del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, presentara la campaña "El WC no es una papelera" exhibiendo la cifra de 4.000 toneladas de toallitas recogidas en diciembre de 2018, en marzo se ha alcanzado la cifra de 5.000.
El principal colector afectado de la ciudad es el Norte. Ahí, pese a las diversas campañas de sensibilización y las diferentes noticias de los medios de comunicación, todavía se han acumulado más de estas toallitas.
Según ha informado la Concejalía, desde que se iniciaran los trabajos en 2017 y se retirara esa cantidad, el Consistorio ha invertido 8 millones de euros. Los operarios han recogido todos estos residuos a lo largo de más de 1Km de alcantarillado.
Sarrià ya señaló con "El WC no es una papelera" que el problema era muy grave: "Estamos ante un problema casi de emergencia que desgraciadamente está cada vez más generalizado en muchas ciudades. También tiene que ver con los bastones o cualquier objeto que se tira al vátger cuando no corresponde, porque debería ir a la papelera".
12 millones de euros
El Concejal aseguró entonces que los trabajos eran continuos y que, además, preveía que quedaría trabajo para otro año y medio. Dentro de la actuación se contemplan obras de mejora para evitar que el problema siga repitiéndose.Según la Concejalía, el Ayuntamiento pedirá 12 millones de euros en créditos para continuar con las labores de limpieza, desatasco y mejora del alcantarillado. La mitad de este préstamo, 6 millones de euros, serán del Banco Europeo. Con este se consiguen unas condiciones "muy ventajosas" a las que el Consistorio puede acceder desde su salida del Plan de Ajuste, como señaló el Alcalde de València, Joan Ribó, en el balance económico del mandato.
Ahora, los trabajos de limpieza se centran en un tramo de los recolectores que une la Ciutat de les Arts con Pinedo. Para Sarrià "es imprescindible" que la ciudadanía sea consciente del problema que esto supone. "Todos hemos de tomar conciencia en nuestra casa, donde nadie nos puede vigilar aunque la ordenanza municipal prohíba este tipo de vertidos", añadió. En palabras del Concejal, las toallitas se acumulan y apelmazan, y así forman un "especie de armazón" cuya limpieza es costosa.
Aunque la problemática está centrada en el colector norte, desde la Concejalía creen que hay problemas similares, aunque "no tan graves", en el resto de colectores, pues este es el que da servicio a más barrios.
Desde la Concejalía señalan, de nuevo, la importancia de la concienciación, pues este tipo de productos, además de todos los problemas técnicos y recursos que necesita, provoca "un grave impacto ambiental".