2017: infrafinanciación, ultraderecha y Presupuestos

La demanda d'un nou sistema de finançament més just per a la Comunitat, els altercats de la ultradreta del 9 d'Octubre i l'aprovació dels Pressupostos de la Generalitat han marcat l'actualitat política valenciana en 2017

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Si el 2017 ha sido un año político agitado en toda España, también lo ha sido en la Comunitat Valenciana, que ha visto cómo la tensión ha ido in crescendo a partir del inicio del otoño. A la complicada situación que ha vivido Catalunya, y que se ha filtrado en el debate valenciano, se han sumado nuevas medidas políticas, la reclamación de una financiación justa para la Comunitat, los altercados ultras del pasado 9 d'Octubre, y para colmo, una aprobación de los Presupuestos de la Generalitat tensa, que incluso ha llevado a algunos a cuestionarse la estabilidad del Botànic.

En septiembre, nos encontrábamos a mitad de legislatura, y el jefe del Consell, Ximo Puig, hacía balance: la Comunitat “hoy está mejor que hace dos años”, insistía en el Debate sobre Política General en les Corts Valencianes. Y ahora, finalizado el 2017, ¿está mejor que entonces?

Pla Edificant

Una de las primeras medidas que anunció Puig fue la puesta en marcha del Pla Edificant: un proyecto para construir 200 colegios y reformar y mejorar otros 500 centros educativos en colaboración con los ayuntamientos y agilizar así los trámites. Vicent Marzà, conseller de Educación, lo definió como un "plan de choque contra los barracones" que finalizará, previsiblemente, en 2022.

Es uno de los proyectos estrella de la conselleria de Educación para el segundo tramo de legislatura, y ha supuesto un maratoniano calendario de reuniones con hasta 153 alcaldes para poner en marcha el plan. En 2018 supondrá 213 millones de euros, y llegará a los 700 millones cuando haya finalizado.

Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista

La violencia de género encontró respuesta unánime en 2017 también. En septiembre, la Generalitat firmó el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista con hasta 63 instituciones, asociaciones y colectivos, entre los que se encontraban los principales partidos de la Comunitat. 293 medidas dotadas de 12 millones de euros con el objetivo de que el maltrato "se afronte como un conflicto público y social", y no como un problema económico. Actualmente, al pacto se han adherido hasta 666 entidades y más de 7.000 personas.

Y es que asesinatos como el de Vinaròs o el de Alzira siguen golpeando a la sociedad valenciana, a pesar de los grandes esfuerzos institucionales que se están poniendo para erradicar esta lacra. Es, sin duda, una afrenta contra la que la Generalitat está librando una ardua batalla.

La ultraderecha: 9 d'Octubre y escraches

@Alberto_GayoLlegó octubre. Y con él, el Día de la Comunitat Valenciana, el 9 d'Octubre. Si bien es cierto que esta jornada ha sido un momento de cierta confrontación ideológica durante los últimos años, la crisis en Catalunya disparó la crispación identitaria en la Comunitat. La tensión llegó a tales niveles que grupos de extrema derecha irrumpieron en la manifestación vespertina convocada por la Comisión 9 d'Octubre a favor de la lengua valenciana y propinaron sendas palizas a periodistas y participantes de la marcha. "Llegamos a sufrir por nuestra integridad física", contaba Mónica Álvaro, portavoz de Compromís en les Corts, tras vivir los altercados de primera mano.

Tan solo diez días después, Mónica Oltra vivió el acoso de la ultraderecha, cuando un grupo de miembros de España 2000 enmascarados llevaron a cabo un escrache frente a su casa, acusándola de comulgar con el independentismo catalán.

Ambos hechos tuvieron respuesta de los tribunales. Las agresiones del 9 d'Octubre, en las que participaron miembros de Ultra Yomus como "l'Alfarrasí", acabaron con, al menos, 16 personas detenidas. Y también el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) llevó a juicio a los autores del escrache a la vicepresidenta.

El "problema valenciano": el 18-N y la infrafinanciación

Noviembre fue el momento de darle un estirón de orejas al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Desde el inicio de legislatura, el Consell había insistido en el grave problema de infrafinanciación que sufría la Comunitat y la falta de inversiones que acusaba desde hacía años. Por ello, exigía una remodelación del sistema de financiación autonómico que lleva caduco desde 2014.

Pero fue en noviembre cuando la sociedad valenciana se unió en un solo grito para reclamar un trato justo. Concretamente, el 18 de noviembre (18N). Comisiones Obreras, UGT, la patronal valenciana (CEV), y todos los partidos políticos menos el PP, se sumaron a esta marcha multitudinaria junto con centenares de asociaciones sociales y organizaciones cívicas. Eso sí, la dirigente del PP valenciano, Isabel Bonig, encontró tiempo para reunirse con Montoro días antes de la manifestación.

A pesar de las promesas desde el Gobierno de España de reformar el sistema de financiación antes de finalizar el año, quedaron todas en papel mojado. Porque, a la vista está, ninguna de ellas se ha cumplido, lo que demuestra, según Mónica Oltra, que "nos tratan como ciudadanos de segunda".

Los Presupuestos y la estabilidad del Botànic

Y la guinda del pastel tuvo lugar en diciembre, con el debate de los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para el 2018. Fueron acuñados como los "Presupuestos 100% botànics" por la vicepresidenta Mónica Oltra antes de que entraran en les Corts. Y es que aumentaban en 430 millones de euros las partidas para sanidad y educación, además de incluir medidas como la creación de un Banco Público, la Renta Valenciana de Inclusión y medidas contra la pobreza farmacológica.

Algunas de estas propuestas habían sido impulsadas por Podem, pero otras de sus ideas no se incluyeron, como la tasa turística de hasta 2 euros o la implantación del sistema de reciclaje SDDR. Por eso, la posición de Podem se enrocó y llegó a poner en peligro los Presupuestos al abstenerse ante las enmiendas a la totalidad del PP y Ciudadanos. Los cuatro No Adscritos, ex de Ciudadanos, acabaron salvando el primer trámite parlamentario.

Finalmente, tras un segundo proceso de enmiendas parciales, Podem acabó cediendo y votando a favor, aunque con la condición de implantar medidas fiscalizadoras para asegurar el cumplimiento de las partidas presupuestarias y blindar así el gasto social. Aún así, Antonio Estany, portavoz de la formación morada, aseguró estar "moderadamente satisfecho". Fricciones en el Botànic que han llevado a algunos a pensar que posiblemente estos serán los últimos Presupuestos. En las filas del Botànic insisten en que existe estabilidad entre el Consell de PSPV-Compromís y Podem.

2018 se prevé otro año intenso para la política valenciana. Y es que encaramos las elecciones de 2019 y esto puede condicionar las estrategias parlamentarias. Nos vemos el año que viene.

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