Opinión

2 años, el País renadiu

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Hoy, estando en Otos, me explicaban que era la “piedra basset”, como habían hecho un reloj de sol con ella y en la inscripción figuraba la palabra “renadiu”. Cómo desconocía el significado, lo he preguntado y Joan Olivares me ha explicado que cuando se recogían las cosechas, algunas de las entonces caídas al suelo, germinaban y a la temporada siguiente, brotaban de la tierra ellas a solas y por eso por ejemplo, se dice “esas habas son de renadiu...”.

Pues bien, en mi país hay mucho renadiu a estas alturas. Sólo hace dos años pero la actividad económica, cultural, social, digan lo que digan algunas personas y medios, es lo que es, una realidad de un pueblo que ya no está avergonzado de ser lo que es. Muchos quisimos que a estas alturas, se hubieron hecho más cosas, tal vez. Hechas mejor y más rápidas también y a veces llegamos al final de la jornada con un cierto sentimiento de insatisfacción.

A pesar de esto, hace falta ahora, dos años después de llegar al gobierno las fuerzas del cambio, hacer una mirada atrás y comparar. Pensamos en las formas, sí, en las formas de gobernar, ahora no es extraño ver un alcalde en bicicleta, una vicepresidente del gobierno en el metro, o Conselllers/es diputados/desde Cortes y Diputación, andando por la calle. No hace falta que los bedeles se levantan a abrir puertas, ni se ven reverencias. La proximidad es norma. ¿Cuántos cargos locales y representantes de instituciones me han dicho “nunca me habían recibido y ahora las puertas las tenemos abiertas...”?. La aristocracia rancia ha acontecido normalidad democrática.

Otro cambio, “el ejercicio de poder” ahora ha acontecido “gestión institucional”, ahora se podrá tildar de buenos o malos gestores, pero no de usar el poder por guerras de poder internas de partido, por enchufar a amigos, familiares y militantes o por, vía Panamá, Suiza, amistades o testaferros, enriquecerse a nuestra costa.

¡Podemos también hablar  de como los mismos o más dinero, ahora parecen muchos más! De cómo se reparten las subvenciones con convocatorias públicas, con concurrencia competitiva y no como limosnas y favores como pasaba no hace mucho.Incluso de un pueblo arrodillado, avergonzado, y ofrenando no sabemos qué (que no sea pleitesia) ahora, es un pueblo reivindicativo ante otros estamentos, que marca territorio y defiende sus derechos.

¡También podemos hacer constar que los valencianos, sin ningún miedo, nos podemos relacionar con murcianos, aragoneses, catalanes, mallorquines, etc y no pasa nada! Antes sólo nos creaban enemigos en todas partes.

Y así podríamos continuar.... Ahora nos toca hacer el máximo esfuerzo y continuar sin desfallecer porque ese renadiu, se convierta en una cosecha que alimente este pueblo para garantizar su futuro.

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