Un total de 150 niños y niñas de 3 a 12 años de Ontinyent finalizaban este viernes su participación en la Escuela de Verano Municipal. La edición de este año se ha adaptado a la situación actual y, de este modo, se han duplicado las plazas disponibles y se ha dispuesto de tres sedes para desarrollar los talleres, dinámicas de grupo, juegos y excursiones en grupos de hasta 10 menores para garantizar la seguridad de todas y todos los participantes. El regidor de Educación, Óscar Borrell, destacaba el trabajo realizado "para lograr un verano enriquecido pedagógicamente y emocionalmente para los más pequeños y pequeñas de la ciudad, después de un final de curso escolar tan inusual como el que han vivido", señalaba.
La regidora de Infancia, Katty Ushiña, ha puesto de relieve que la reincorporación de los niños y niñas al ocio educativo ha ayudado a la conciliación familiar, aspecto en el que el papel de la Escuela de Verano Municipal ha sido "fundamental". Además, se ha conseguido el objetivo de mantener las instalaciones educativas llenas de niños y niñas y "utilizadas de forma eficiente en un año especialmente complicado para los menores que han cursado los dos últimos trimestres en casa. Todo siempre con las medidas de seguridad necesarias ante la pandemia que todavía estamos viviendo", manifestaba.
Además, la regidora de Política para las Personas, Paula Soler, recordaba que mediante la Escuela de Verano se ha desarrollado el programa de apoyo a las familias en el periodo estival de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para que los menores que pertenecen a familias en riesgo de exclusión social por razones económicas puedan disfrutar de actividades de ocio y acceder a las necesidades básicas de alimentación. La Escuela de Verano de Ontinyent, que ha formado parte del Plan "Tornem Junts", también ha permitido que cerca de 20 jóvenes de Ontinyent hayan podido trabajo durante este verano.