La quinta edición del MAC lleva camino de superar todos los registros anteriores de asistencia de público. La de ayer sábado fue una de las jornadas más multitudinarias que se recuerdan en la corta pero intensa trayectoria del festival de artes escénicas de Mislata. Y es que desde buena mañana y hasta bien entrada la madrugada del sábado al domingo, centenares de vecinos y visitantes llenaron las calles y plazas de la ciudad para presenciar los distintos espectáculos del MAC.
Los encargados de abrir la jornada fueron los de la compañía Circo La Raspa de Huesca. Las matinales del MAC están reservadas para los más pequeños y ayer se lo pasaron en grande con Cataplum!, una exhibición de técnicas circenses que despertó una explosión de risas, aplausos y diversión del público. Los simpáticos personajes Torri y Richi di Chous hicieron reír y participar al numeroso público que ayer por la mañana se concentró en la avenida Gregorio Gea.
El hilo conductor circense continuó por la tarde con otros dos espectáculos para todos los públicos. Primero con la visita de unos músicos entrañables. Los sevillanos de La banda de otro entusiasmaron al público más joven del festival con un divertido concierto ambientado en el lejano oeste. El circo y la música se dieron la mano una vez más en el MAC, en un espectáculo donde era imposible distinguir los músicos de los malabaristas o los payasos.
La siguiente compañía venía desde Castilla-León con su Apartamento a cuestas. Cirk About It instalaron el salón de casa en la avenida más transitada de Mislata para obsequiar al público con todo un recital de equilibrios, saltos y acrobacias. Un espectáculo muy visual, con pinceladas de humor, que encandiló a niños y mayores.
Por la noche la expectación era máxima para ver a Xarxa Teatre. Anunciado como el plato fuerte del festival, los de Vila-Real presentaron Papers!, su nuevo espectáculo, y cumplieron con creces con el interés que había despertado su actuación. Más de un millar de personas llenaron el anfiteatro de Felipe Bellver y presenciaron su enorme exhibición de teatro de calle, de fuerte contenido social, que no dejó a nadie indiferente. Con una potente escenografía, en la que no faltaron sus clásicos fuegos artificiales, Xarxa Teatre hizo reflexionar al público sobre el drama de la inmigración y el poder del dinero en la sociedad actual. Una actuación de las que dejan huella y que a buen seguro quedará guardada para siempre en la memoria del público del MAC.