La Policía Nacional ha detenido a ocho personas como presuntas autoras de un delito contra la flora y fauna. Las averiguaciones revelaron que a las peleas "importantes" acudían una gran cantidad de personas. Los gallos eran maltratados ya antes de las peleas, afilándoles los espolones y amputándoles las crestas.
La investigación se inició como consecuencia de la detención de cuatro personas por agentes de la Policía Local de Castellón. Los investigadores averiguaron que estas peleas contaban con una importante estructura de negocio, en las que estaban implicadas una serie de personas, con elevadas apuestas durante los combates, así como los cuidados que ponen en la preparación de los animales para los enfrentamientos. Durante los "campeonatos" se congrega una gran cantidad de público.
La mayoría de los gallos estaban preparados para los combates, crestas amputadas, los espolones propios afilados, incluso algunos de ellos con los espolones puestos de acero o trasplantados de otros gallos muertos con la única finalidad de hacer el mayor daño posible a su contrincante. Otros animales fueron encontrados muertos, unos recientes y otros en estado de descomposición, lo que destapaba una habitualidad en la práctica.
Los gallos criados únicamente para pelear, los colocaban de uno en uno durante un tiempo establecido en el ring. La pelea finalizaba frecuentemente con la muerte del animal o hasta que el perdedor quedase en condiciones de no poder pelear, "KO".
Con el cierre de esta investigación, los agentes detuvieron a ocho personas, seis hombres y dos mujeres, como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, los que sumados a las cuatro detenciones de Policía Local de Castellón ascienden a 12 arrestados por estos hechos. Cuatro de los detenidos cuentan con antecedentes policiales, en su mayoría por delitos relacionados con la propiedad.