Vigilancia y precaución, las bases para un verano tranquilo y feliz

L’ofegament s’està convertint en un problema de salut doncs en 2016 van morir 437 persones per esta causa

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Calor, mucho calor es lo que se vive en verano, sobre todo con las olas de calor que últimamente se están dando. Qué mejor que un chapuzón para combatirlo. Playas, ríos, pantanos, piscinas... se llenan estos meses para disfrutar y refrescarse. Sin embargo, estas practicas esconden un peligro al que no muchos conceden 'respeto' y es la posibilidad de ahogamiento. No solo los menores o los que no saben nadar son los más expuestos pues por un simple tirón también puedes tener un percance que acabe en tragedia.

De hecho, en España en 2016, 437 personas murieron así, según cifras de la Federación Española de Socorrismo, aunque lo cierto es que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos 10 años se ha reducido en torno a un 17% la mortalidad por ahogamientos en medio acuático. Estas cifras, sobre todo en menores, son tan llamativas que la Organización Mundial de la Salud alerta de la cantidad de niños menores de nueve años ahogados, aunque lo cierto es que también descendieron en los últimos diez años (desde 2006 donde la cifra de fallecidos fue de 60 hasta 2015 con una cifra de 43 fallecidos). Las estadísticas también señalan que los ahogamientos de menores ocurren con más frecuencia en piscinas, mientras que los adultos se producen en aguas naturales durante el baño, la pesca o al practicar algún deporte náutico.

Es por ello que desde las instituciones se están dando una serie de consejos, pero el más importante es no perder de vista nunca a los menores, estar lo más cerca de ellos posible para poder socorrerlo, así como hacer caso siempre de las banderas, en caso de las playas, o del personal responsable de salvamento en los otros lugares. Según la creencia popular, una persona que se está ahogando dará señales que lo mostraran, sin embargo, según los expertos y los vídeos que se pueden observar en la red muestran lo contrario. Un menor o una persona que se está ahogando, en la mayoría de las ocasiones, no hará ningún aspaviento que lo demuestre y su lucha por la supervivencia puede durar escasos dos minutos pues a partir de ese tiempo se produce el ahogamiento.

Cabe señalar que el ahogamiento es el único susto que puede darse en los medios acuáticos pues según el Ministerio de Sanidad, "además de los ahogamientos, todos los años se producen casos de traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares, generalmente provocadas por imprudencias, como tratar de zambullirse desde gran altura. En ocasiones, además, el consumo de alcohol u otras sustancias está asociado a estos comportamientos".

 

Consejos y precauciones

  • Asegúrese de que la piscina donde acude con su familia cuenta con las adecuadas medidas de seguridad como (socorrista, cercado perimetral) para que sus hijos pequeños no pueden acceder libremente.
  •  Recuerde que la vigilancia de sus hijos menores es su responsabilidad; la del socorrista es el salvamento acuático cuando sea necesario.
  •  Vigile a los menores en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, y no delegue esta responsabilidad en un niño más mayor.
  •  Para los niños, el cercado perimetral es muy seguro, ya que aísla completamente la piscina.
  •  Si no sabe nadar o no nada bien utilice un chaleco salvavidas para bañarse o practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.
  •  En la playa, respete el significado de las banderas: nunca se bañe si está roja.
  •  Báñese en playas con vigilancia y respete siempre las indicaciones de los socorristas.
  •  No sobreestime su condición física ni su capacidad para nadar. En el mar, si se encuentra cansado o tiene dificultad para volver, nade de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla.
  •  No se bañe en zonas donde esté prohibido el baño.
  •  Báñese siempre acompañado, sobre todo si es una persona mayor o padece algún problema de salud.
  •  El consumo de alcohol antes del baño disminuye la capacidad de reacción ante un peligro y puede propiciar conductas que pueden poner en riesgo nuestra salud.
  •  Bañarse de noche es muy peligroso: si le ocurriera algo, nadie podría verlo.
  •  Tirarse de cabeza desde una gran altura, en lugares de poca profundidad o sin conocer si existe algún obstáculo en el fondo puede producir lesiones muy graves.
  •  Salga enseguida del agua si se encuentra cansado o siente frío.
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