Escena típica. Estás sobre el pasto mirando hacia un cielo azul junto con tu chico o chica y de pronto empiezas a notar animales y cosas en las pocas nubes que se mueven por el cielo. Hay un león, un coche y un barco de velas que atraviesa el aire. Tu acompañante también los ve. ¿Qué está pasando?
La exposición “Cambiar de cara” explora este fenómeno. La pareidolia es un efecto psicológico que produce que cualquier imagen sea asociada con una forma reconocible de la vida diaria. Por eso a veces los cerros tienen nombres, por eso vemos nubes con figuras… porque alguna vez alguien vio formas en ellas.
La muestra toma diversos objetos cotidianos y reuniendo sus distintas partes los convierte en estructuras que pueden ser al mismo tiempo rostros divertidos, tiernos robots o lo que quiera ver el observador. Un ejercicio de reciclaje que enseña a los más pequeños que en este mundo nada se pierde.
Al estimular la imaginación, “Cambiar de cara” considera como materiales para experimentar cualquier metal o chatarra que ayude a crear juegos con los que interactuar o artefactos que, si bien están hechos de cosas que alguien decidió tirar, son instrumentos completamente nuevos cuando se les reconstruye.
La obra también permite y está para hecha que sus visitantes jueguen con las más de cuarenta caras creadas por Emiliano Matesanz de la compañía Lîla. Con imanes y “basura” reutilizable los niños y niñas podrán inventar cosas nuevas y, por qué no, generar ideas para llevarse a casa.
La exposición de termina este miércoles 4 de enero y se exhibe en el Hall del TEM EL MUSICAL entre las 17.00 y las 18.00 hrs. Entrada gratuita.