¿Por qué el Valencia juega de una forma en Mestalla, y de otra cuando tiene la condición de visitante? Sin ir más lejos, este domingo desapareció en la derrota ante el Atleti en el que faltaban Torres y Godín. Ningún jugador brilló, nadie funcionó como una sorpresa.
Literalmente, el Valencia fue un fantasma y recibió tres goles clarísimos que demostraron las desconcentraciones defensivas que es capaz de cometer. Griezmann y Gabi se pasearon con esa debilidad y aprovecharon eso para abusar de los blanquinegros y marcar el primero de tres goles.
Ante el Alavés el problema fue el mismo. En solo 10 minutos despreciaron una ventaja clarísima después del gol de Carlos Soler, en una actitud muy distinta a la que se vio contra el Real Madrid. El equipo de Zidane no encontró el camino para revertir el 2-0 en 80 minutos de partido en Valencia.
¿Qué hace que los jugadores de Voro tengan buen desempeño en Mestalla? Probablemente el apoyo de la afición o quizás la superación del trauma de la época de Ayestarán y Prandelli en que todos los finales de partido significaban un gol en contra. Sin embargo, es una actitud que debería proyectarse más allá de los límites de casa.
Si el Valencia quiere ser el equipo histórico que es y ostentar un lugar en la parte de arriba de la clasificación, tiene que solucionar su capacidad de reacción, y sobre todo de acción, para no fallar de visitante. Es la primera tarea de Voro para construir a un plantel disciplinado en uno íntegro, y mejorar poco a poco.