La "trampa" del nuevo almacén nuclear de Cofrentes

Ecologistes en Acció denuncia que la seua construcció és innecessària i una excusa per a justificar la renovació de la llicència d'explotació en 2021

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La piscina nuclear está a rebosar de material radiactivo. Es la justificación que ofrece Iberdrola, empresa que gestiona al completo la central nuclear de Cofrentes, para construir en sus instalaciones otra piscina nuclear, también llamada almacén temporal individualizado (ATI). Para dar explicaciones sobre este proyecto tendría que haber acudido ayer a les Corts Valencianes el director de la central, Tomás Lozano, pero declinó la citación del parlamento autonómico porque consideraba su comparecencia "innecesaria".

Sin embargo, lo que parece innecesario, o al menos así lo denuncian la organización Ecologistas en Acción, es la construcción de este almacén nuclear temporal. La piscina nuclear que ya posee la central desde sus inicios tenía una capacidad teórica para funcionar hasta el año 2021. Fecha en la que, por cierto, acaba la concesión de la licencia de explotación de las instalaciones a Iberdrola. Por eso, en 2021 se podría iniciar el desmantelamiento de Cofrentes si esta licencia no se renovara.

Según datos del Foro de la Industria Nuclear Española, en 2009 todavía se tenía el año 2021 como el "año de saturación" de la piscina nuclear. En 2009, según los mismos datos, el grado de ocupación de este ATI era del 63,19%, y contaba con 1.644 puestos libres en su interior.

Tabla sobre el almacenamiento de las centrales nucleares en España en 2009 | Foro Nuclear

Con todo, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo dependiente del ministerio y encargado de gestionar la seguridad en las centrales y en el resto de instalaciones nucleares, avisó en una de sus actas de inspección de 2015 que con el ritmo al que se recargaba el reactor nuclear y se acumulaban residuos en la piscina -proceso que se realiza cada dos años-, "no quedarían suficientes posiciones libres" para la recarga de 2019.

Por eso, el CSN recomendaba construir antes de la nueva fecha de saturación, otro almacén temporal individualizado con capacidad para 1.464 elementos y que duraría hasta 2031. Previsiblemente, la evaluación del impacto ambiental se iba a realizar en 2016, la primera puesta en marcha, al año siguiente, y pretendía estar completamente operativa para 2019. No obstante, los plazos se han retrasado y ahora la central se apresura para iniciar las obras cuanto antes.

Acta de inspección del CSN sobre Cofrentes

Así pues, el proyecto ya está en marcha. De hecho, el Ministerio de Industria abrió a finales de febrero el periodo de exposición pública y próximamente se cerrará el plazo para que se presenten las alegaciones a la declaración de impacto ambiental.

Ecologistas en Acción cree que el ATI es innecesario

Lozano ya aclaró en una comparecencia en les Corts Valencianes que este nuevo almacén era necesario en cualquier escenario, aunque admitió que su construcción permitiría alargar el funcionamiento de la central más allá de 2021. Por eso, en Ecologistas en Acción creen que se ha hecho alguna "trampa" y denuncian que el nuevo ATI no es necesario realmente y que, al fin y al cabo, es una forma de justificar la renovación de la concesión dentro de dos años.

La central por la noche

La organización cree que la "disparidad entre los cálculos sobre la saturación de la piscina" se debe a que "en la piscina se han dejado posiciones vacías" y hay un notable desaprovechamiento del espacio, además de que se han depositado elementos que podrían "muy bien almacenarse en seco", fuera de la piscina nuclear. Asimismo, recuerdan que el ATI "permitirá el funcionamiento de la central 10 años más allá de los 40", que son los años de vida útil de una central nuclear como la de Cofrentes.

El proyecto, pues, seguirá previsiblemente adelante, y habrá que ver si el ministerio renueva la concesión de la licencia a Iberdrola en 2021 para diez años más. La empresa pedirá la renovación en marzo de 2020, pero hasta un mes antes del final de la actual autorización, el Gobierno no está obligado por ley a adelantar cuál es su intención y, de hecho, todavía no la ha anunciado.

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