Todos contra el maltrato animal: el Albergue de Sam continúa su lucha por los gatos

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El pasado sábado, 4 de noviembre, el Espai Jove acogió un nuevo evento organizado por la Asociación Puçol de Esterilizaciones Felinas (APEF) para ayudar al trabajo diario del Albergue de Sam, un refugio y espacio para la protección de gatos sin dueño, abandonados o enfermos. Cati Paterna, secretaria de la protectora, convocó a un amplio grupo de colaboradores que cantaron, bailaron y danzaron, además de organizar una rifa y un mercadillo solidario.

La recaudación obtenida se destinó íntegramente a los cuidados de los felinos: «así, cubrimos los gastos de las operaciones, la esterilización, desparasitación, vacunación…», ha enumerado Cati Paterna, secretaria del refugio animal. «Un gato atropellado siempre va a necesitar auxilio, así que lo rescatamos y se opera si hace falta», ha añadido como ejemplo.

«Fuimos más de 250 personas», ha apuntado. «Había gente que no quería perdérselo y, aunque solo estuviera media hora, participó e hizo su donativo»: cada adulto aportó 3 euros y, los niños, 1 euro. «Hubo un ambiente maravilloso y vinieron muchos niños, se lo pasaron genial», ha recordado Cati.

Los cantantes que formaron parte de esta actividad solidaria fueron el grupo Azabache –especializado en rumbas y sevillanas–, Carlos Pérez –con canciones españolas–, Ñekü –pop, rock e indie–, Judith Fernández –canciones en inglés–, Celia Méndez –canción española–, Elena –estudiante de música–, Mónica –cantante afincada en Puçol– y Moses.

Además, también participaron el cuentacuentos Miguel Ángel Piqueras, el Club de Gimnasia Rítmica del municipio y Candela y Lucía, especializadas en baile de salón. Cati ha agradecido el esfuerzo y colaboración de todos ellos; que, como la de los voluntarios, fue desinteresada y contribuye a una causa solidaria.

El evento, presentado por el escritor Marc Caballer –quien también se animó a cantar–, contó con un mercadillo con productos artesanales donde no faltaron jabones en forma de gato, bolsas y pulseras hechas a mano. De cara al final, se realizó una rifa solidaria en la que se vendieron los 3.000 números disponibles y se sorteó un paraguas, una mochila, un bolso hecho por una voluntaria y un cuadro –con un gato como tema principal– pintado por la misma persona.

Asimismo, el acto disponía de un photocall con dos gatos mirando a la luna en el que los asistentes pudieron fotografiarse con máscaras gatunas y diademas con orejas felinas.

El Albergue de Sam es una asociación de Puçol cuyo objetivo es conseguir «el bienestar de los gatos, dentro de lo que cabe», ha detallado Cati. El evento quiso reivindicar los derechos de los animales y la crítica al maltrato animal estuvo presente desde el principio: «durante la introducción, el telón se abrió y salieron 35 niños con las letras del lema del evento, Tots contra el maltractament animal», ha descrito. Al mismo tiempo, sonaba una versión en castellano de We’re the World, la canción de Michael Jackson. Esta escena supuso «una emoción grandísima, fue un símbolo de que los niños son el futuro».

Se trata de una vía para concienciar a los más pequeños, «este tipo de eventos muestran el respeto y sirven para educar», ha añadido. «Queremos pasear por el municipio y ver a los gatos bien, sin que ninguno sufra maltrato o esté en malas condiciones; pero, para ello, necesitamos dinero», ha lamentado. «Sin dinero, no se puede hacer nada».

«Dedicamos más de un mes y medio a preparar el acto: localizamos a los cantantes, decidimos el enfoque y, finalmente, preparamos tres horas intensas que resultaron muy amenas», ha descrito Cati.El acontecimiento también contó con una barra de bebidas y tapas veganas. «No quedó ni una», ha apuntado; visto el éxito que tuvieron, «a la próxima, pondremos el doble en el mostrador».De hecho, y ante estos resultados, «que animan a continuar, haremos más eventos, porque la gente responde y había invitados dispuestos a repetir. Estamos luchando para seguir adelante y en diciembre realizaremos el último de 2017, pero el año que viene empezaremos fuerte, con un tema para cada acto», ha señalado. «Ver que un gato rescatado de un infierno, que ha sufrido, acaba adoptado en una casa, recibiendo amor, es lo importante, y eso no tiene precio».

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