Si no fuera por el Granada…

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... el Valencia estaría en problemas mucho más graves que los que lo aquejan ahora. El conjunto de Alcaraz perdió ayer contra el Celta y se sumergió en lo más hondo de la clasificación con 5 puntos. Gracias a eso la zona de descenso se apoya en que hay un club con muchos más problemas.

Después del partido que se escapó de las manos contra el Sevilla, Gayà explotó en llanto tras fallar el último intento que fue despejado por Sergio Rico. El propio portero rival se convirtió en encargado de consolarlo; esta temporada sufrió una lesión y pensó que el empate estaba en sus pies. Empatar en el Sánchez Pizjuán habría sido ideal después de un partido de esa magnitud, pero no fue así.

"Estamos en una situación muy mala", dijo Gayà. "No bajamos los brazos", afirmó Siqueira, que volvió a la titularidad. Por su parte, ese Prandelli que le ha dado más juego al equipo pero que no ha obtenido buenos resultados calificó de "injusta" la derrota.

Es verdad, el equipo jugó bien. Pero estos son resultados, es lo que se refleja en las estadísticas.  En el futuro nadie recordará que el alicaído Valencia del italiano le hizo un partido inteligente al revelador Sevilla de Sampaoli.

La afición valencianista aún tiene la garantía, la certeza más bien, de que su equipo no puede comportarse de esta forma. Más de seis meses sin ganar; una veintena de goles encajados y un poco más; un plantel confundido y sin liderazgo. Las razones para dolerse son suficientes.

Lo peor de todo no son los partidos sin ganar. Lo peor de todo es que ahora vienen equipos difíciles de superar (el Real Madrid el 18 de diciembre) y, con ellos, el invierno y a su vez un mercado de fichajes que nuevamente se exhibirá como una salvación.

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