La primera versión de La Jaula de Grillos (La Cage aux Folles, dirigida por Poiret) se estrenó en 1973 sobre las tablas de los teatros franceses, cumpliendo quince años en los escenarios de forma ininterrumpida. En 1978, se trasladó a la pantalla grande y fue dirigida por el director Édouard Molinaro, en una producción francoitaliana que además de dar reconocimiento a sus actores y ganar premios como los Globos de Oro, fue nominada a los Oscars.
Hay quien dice que el género cómico es un lenguaje para todo espectador. Con esto como base, el cine estadounidense la adaptó y en 1996 estrenó su propio remake, The Birdcage, protagonizado por Robin Williams, Nathan Lane y Dianne West. Como suele suceder, la historia de la pareja homosexual Armand y Albert se hizo conocida en el mundo entero.
Este jueves 22 de diciembre el Teatro Flumen, que ya presentó Bodas de sangre y el musical Los Rodríguez con éxito durante este otoño, estrena La Jaula de Grillos con José Sáiz y Alberto Vásquez como impulsores del proyecto.
Ahora en forma de musical y sobre los escenarios, con personajes de carne y hueso —como en un principio—, la pieza se presenta al público valenciano en la programación invernal del Flumen. Su duración de 120 minutos asegurará diversión y risas a los que deseen acercarse por primera, segunda o tercera vez a esta trama universal adaptada con coros, bailes y coreografías.
Alvin y César son los nombres de los protagonistas en esta ocasión, quienes deben poner en peligro su cabaret Jaula de Grillos y toda la vida que llevan porque Josean, el hijo de César, quiere casarse con la hija de un político conservador. Cuando el senador quiere visitar a la familia del novio, se encuentra de frente con un caos que no esperaba.
Para José Sáiz, el director, “la diferencia con respecto a las versiones anteriores es que se visualiza la profesión de los protagonistas: uno es la diva y el otro el director artístico del espectáculo”, relata y menciona que esta divertida adaptación se estrena antes en Valencia que en Madrid. “Exportamos un producto a la capital”, afirma, “esto para una compañía y un director valenciano es muy importante”.
Así, los valencianos que asistan en esta obra, que se presentará en el Flumen hasta el 15 de enero, se enfrentarán a una historia muy divertida con “una música que les va a sonar mucho con relaciones diferentes (homosexual, heterosexual, paterno-filial) que tienen un trasfondo social evidente”, concluye Sáiz.