Abril comenzó con el desembarco de la plana mayor del PP en València, con motivo del congreso regional. La secretaria general del partido y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, fue la encargada de inaugurarlo mientras que el presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, llegó a la clausura para aplaudir a la reelegida Isabel Bonig, como presidenta de los populares valencianos. El día 1 dejó paso al 4 y los aplausos a la nueva dirección regional se tornaron en bofetada para el conjunto de las valencianas y los valencianos. A la hora del almuerzo ya era público que la inversión del Gobierno había caía un 33% en la Comunitat Valenciana. Los Presupuestos Generales del Estado 'made in Rajoy', como advirtió el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, nos sitúan como la segunda autonomía donde más baja la inversión estatal de 2017, al recibir 589,18 millones de euros frente a los 879,23 de 2016. ¿En qué lugar queda València? En la marginación y el ninguneo. Los PGE17 reducen la partida destinada a la ciudad en 20 millones de euros, al pasar de 169 millones de euros en 2016 a los 149 millones previstos para este año. O lo que es lo mismo,la inversión media per cápita se sitúa en 120 euros, muy por debajo de los 185 euros de media nacional.
Nada para el contrato programa, mientras Madrid y Barcelona reciben 126 y 108 millones, respectivamente. Nada para los túneles ferroviarios de València y el Parque Central, mientras túnel pasante de Chamartín-Atocha de Madrid recibirá 322 millones hasta 2020 y el soterramiento de las vías del AVE en Granada contará en 2017 con 125 millones. Nada para la deuda del Consorcio de la Copa América, desplome para laspartidas de Cultura.
La respuesta de la ciudadanía no se ha hecho esperar. A iniciativa del concejal de Hacienda, Ramón Vilar, desde el Govern de la Nau convocamos a los agentes sociales que forman parte del Consell Social de la Ciutat. El apoyo fue unánime salvo por parte del PP, que se autoexcluyó. Totalmente alejados de la realidad, sus concejales defendieron el indefendible desprecio del Gobierno, y se abstuvieron en la votación de apoyo a la declaración institucional contra la discriminación de la que ha sido objeto València.
Por el contrario, aquí, en València, nos hemos cansado de tanta marginación. Acaso, ¿somos menos que madrileños, barceloneses o sevillanos? Para Mariano Rajoy y su Gobierno parece que así sea, por lo que 'totes i tots a una veu' vamos recordarle que las valencianas y los valencianos queremos que venga a invertir yno a aplaudir. No somos ni más menos, simplemente, queremos el mismo trato.