Los ánimos culturales en Valencia han cambiado el espíritu de la ciudad. Es evidente que se ha cultivado un enfoque en la cultura —justo, por lo demás— que antes se ponía en megaconstrucciones o grandes eventos deportivos.
El cine y toda la vida que los rodea, en este sentido, es uno de los grandes alicientes para percatarse de cómo cambian las cosas. Y no hablamos de salas con estrenos comerciales de Hollywood y filmes que al día de hoy rompen las taquillas todos los fines de semana. Hablamos de cine arte.
El cine Babel, cerca de la calle Aragón, es uno de los buenos ejemplos. Con pocas salas y espacios cómodos, es un clásico de los valencianos y valencianas amantes del séptimo arte.
Más allá de su cafetería y la vida social que estimula, el precio accesible y las películas independientes en idioma original son el gran atractivo. Cine de la India, Islandia, también de países norteamericanos y por supuesto español son algunas de las producciones que ofrece este espacio en constante cambio y con seguidores fieles.
¿La vuelta de los cines Albatros?
Bajo este mismo concepto, se ha hablado desde Barcelona que el encargado del regreso de los Cinemes Texas (inaugurados en 2014), el cineasta Ventura Pons, intenta reproducir el modelo en la ciudad del Túria.Desde las afueras de los antiguos cines Albatros, cerrados un poco antes de la explosión de la crisis al cumplir 25 años, se puede ver cierta reactivación del panorama. Al parecer ni el alquiler está disponible, según constata Valencia Plaza.
Al igual que Babel (con la misma gerencia), los Albatros buscaban impulsar producciones de ficción y documentales que raramente encuentran su espacio en grandes cadenas. También, sumándose a festivales y ciclos, cada vez más prolíficos.
De volver tras ajustar la inversión y estudiar la viabilidad del proyecto, estas salas se convertirán en renovados lugares de reunión en los que disfrutar del cine arte y, asimismo, estimular la vida cultural de una ciudad que está despertando de muchos modos.