A lo largo de los últimos meses se ha restaurado este elemento, testigo de nuestro secano, que ya forma parte de nuestro patrimonio municipal.
La recuperación el Aljub de la Mare de Déu, como se conoce esta construcción, ha sido posible gracias a la donación de José Luis Guaita, propietario de los terrenos. Picassent ha sido y es un término extenso que cuenta con una gran diversidad agrícola. Por eso, en muchas de sus partidas todavía restan importantes elementos hidráulicos cómo son motores, norias, pozos y también aljibes, antiguos dispositivos de recogida y almacenamiento de agua que ayudaban a regar nuestros campos.
El Aljub de la Mare de Déu tiene una cubierta de vuelta y está hecho de piedra viva y argamasa, con una longitud aproximada de 5 metros de largo. La alcaldesa, Conxa Garcia, el concejal de Agricultura, Joan Vicent Aguado, y el propietario de los terrenos, José Luis Vigila, han visitado esta construcción ubicada en la partida del Realón, para comprobar cómo ha sido restaurada.