Son muchas las leyendas que giran en torno al nacimiento de la horchata valenciana, aunque es cierto que se encontraron manuscritos que situaban la utilización de la chufa en el antiguo Egipto, ya que en las tumbas de los faraones aparecía este tubérculo como parte de su ajuar.
Sin embargo, la horchata valenciana, tal y como la conocemos en la actualidad, llegó al municipio de Alboraya de la mano de los árabes que, al comprobar el clima que predominaba en nuestra ciudad, trasladaron su cultivo a nuestras tierras desde la región de Chuf (Sudán).
Hoy en día, la horchata es una de las bebidas refrescantes que nunca pueden faltar en nuestra mesa, y más cuando llega el calor. Pero es que además, de acuerdo con diversos estudios realizados por la Universidad de Valencia, esta bebida aporta grandes beneficios para nuestra salud. En este sentido, no sólo es rica en minerales y tiene propiedades cardiovasculares que ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos, sino que además es completamente apta para personas con hipertensión o insuficiencia renal, ya que es un alimento bajo en sodio, y para celíacos al no contener gluten.
En València Extra, ya os informamos de algunos de los mejores locales para disfrutar de una auténtica horchata valenciana, pero si eres un amante de la cocina, te recomendamos una receta rápida y sencilla para que elabores una deliciosa horchata casera.
Ingredientes
250 gramos de chufas.1 litro de agua.125 gramos de azúcar.
Pasos
1. Pon las chufas a remojo para que se hidraten y se esponjen durante 24 – 48 horas. No olvides cambiar el agua varias veces para eliminar las impurezas de la chufa.
2. Coloca las chufas en un recipiente, con un poco de agua, y comienza a triturarlas, poco a poco, con la batidora. Es necesario conseguir una pasta espesa.
3. En el mismo recipiente, pondremos el resto de agua y el azúcar. Hay quien prefiere añadir también canela y un trocito de corteza de limón. Después, mézclalo todo enérgicamente.
4. Una vez la mezcla esté líquida, la meteremos en la nevera un par de horas para consumirla fresquita. Si nos han quedado grumos, siempre podemos pasar la horchata por un colador.
¡Y a disfrutar!