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El Partido Popular valenciano sigue su línea dura contra el 'adoctrinamiento' y contra las políticas del Consell en materia educativa. La formación liderada por Isabel Bonig lanzó la semana pasada una plataforma en internet para recoger denuncias y quejas contra prácticas en las aulas que se puedan considerar "adoctrinamiento". Padres, profesores, y también alumnos, pueden enviar sus quejas. El objetivo que señalan desde el PPCV es evitar que los centros educativos sean "subsedes" de los partidos en el Gobierno valenciano.
La plataforma denominada 'No al adoctrinamiento en las aulas' se puede encontrar en las misma web del partido. El formulario que incluye es absolutamente anónimo, algo que desde la formación del charrán justifican que es "para evitar represalias".
"En algunos casos se incita a los pequeños a pensar de una determinada manera" y eso "vulnera la Constitución", denuncian en el PPCV. "Si el señor Marzà no garantiza la libertad de los centros alguien va a tener que hacerlo. No son casos aislados sino un goteo constante". Por ello, Jaume Bronchud, vicesecretario de comunicación del partido, aseguró que esta iniciativa pretende "poner la educación al servicio de la calidad, porque no se puede trasladar la política a la educación". Además, Bronchud defendió la medida porque defenderá a los profesores "para que no se vean intimidados por las acciones políticas del Consell".
La plataforma se presentó la misma semana en que el Síndic de Greuges hizo público su informe anual de 2017, en el que la Conselleria de Educación es una de las más agraviadas. Según el Síndic, se registraron 7.702 quejas contra el departamento que dirige Vicent Marzà, el 55% del total de quejas recibidas.
El diputado de Compromís, Josep Nadal, aseguró que el paso dado por el PPCV consiste en "instigar a los padres y madres a realizar denuncias sobre los docentes de sus hijos", algo que calificó de "barbaridad inaceptable". "Es el enésimo ataque del PP a la honorabilidad y profesionalidad de nuestros docentes", sentenció, para añadir posteriormente que esto evidencia "la catadura moral de los dirigentes populares".