¿Qué valoración hace de la temporada que está a punto de finalizar y en la cual se han conseguido todos los objetivos que se habían marcado al inicio?
La verdad es que hemos vivido la temporada muy buena. Esta es una campaña muy larga y es verdad que, a veces, aunque hayas cumplido el objetivo tienes algún bajón. Sin embargo, tengo la sensación d eque hemos sido muy regulares. No recuerdo ningún bajón a nivel de resultados ni anímico. Ha sido una temporada en la que hemos demostrado que somos un equipo. Los que hemos jugado más hemos aportado tanto como los que han disputado menos minutos. Ha habido mucho respeto y compañerismo, sobre todo entre jugadores y cuerpo técnico que, a veces, es complicado.
Tras haber conseguido los objetivos con tanto margen... ¿Se hace larga la temporada?
No, no tengo esa sensación. Además, el equipo por la manera competitiva que tiene, por su ADN disfruta compitiendo, disfruta entrenando y estamos demostrando que aunque el equipo haya conseguido el objetivo sigue luchando igual. Intentamos no bajar los brazos nunca ni entrenando ni compitiendo. Tanto del cuerpo técnico como de los jugadores lo que buscamos es seguir con el mismo ritmo, no bajar los brazos. No solo ganar un partido oficial sino que queremos ganar una pachanga en el entrenamiento, hacer bien el entrenamiento, el querer ganar un juego de posesión... todo eso se transmite el fin de semana y el equipo, sin querer, no deja de competir y de lograr resultados.
¿Quién es el artífice de artífice del ambiente, cómo se logra esa complicidad en el vestuario?
Realmente es el míster el que está todo el día detrás de nosotros recordándonos que no dejemos de ser competitivos. Sin embargo, somos un grupo que sabemos distinguir muy bien la importancia de los momentos. Sabemos cuando no estamos en un momento importante en que se puede bromear, hay tiempo para la risa... Somos un grupo muy competitivo y las palabras que te pueda decir el entrenador ayuda a no bajar los brazos. Estoy seguro que ninguno de nosotros, pase lo que pase, vamos a bajar los brazos.
¿Importante que el grupo que se ha creado se mantenga de cara a la próxima temporada en primera?
El jugador del Levante es peleón, humilde, ambicioso, competitivo... ese es el perfil de jugador. Luego lo que hagan desde la directiva del club es su trabajo y lo hacen lo mejor posible. Aquí todos sabemos lo que es el Levante y lo que representamos.
Casi no acaban la presente campaña y comenzarán la siguiente en Primera División...
Sabemos que vamos a empezar más pronto que de costumbre por que la Liga empieza antes. Sinceramente nos da igual, es verdad que nos hubiera gustado tener más vacaciones porque la Segunda es muy larga y tienen muy pocos fines de semana libres. Sin embargo, estamos contentos como estamos. No podemos pedir nada más. Somos unos privilegiados y el tiempo que tengamos habrá que aprovecharlo para desconectar e intentar cada uno descansar de la mejor manera posible y cargar las pilas para el año que viene.
¿Qué mensaje manda a los aficionados?
Gracias. Tenemos que dar las gracias porque después de la temporada pasada, que fue muy dura, nos han acompañado en todos los partidos de casa y en muchos de fuera. El Ciutat siempre ha estado lleno y nos sentimos muy identificados con ellos. Vamos a darlo todo para que el año que viene sigamos dándoles muchas alegrías.