Valencia cuenta, desde el pasado mes de marzo, con una de las doce neveras solidarias repartidas por toda España. Concretamente, esta nevera está situada en las puertas de la residencia universitaria Galileo Galilei, en la avenida de Tarongers, y, cada día, evita que alrededor de 4.500 raciones de comida en buen estado acaben en la basura.
Con estas neveras solidarias, cualquier ciudadano puede dejar la comida elaborada que le ha sobrado, así como productos que no necesita o con una fecha de caducidad próxima para que otra persona con dificultades económicas lo pueda aprovechar.
Sin embargo, la nevera de Valencia se diferencia del resto, ya que para evitar problemas, decidieron adaptar la nevera solidaria a una máquina de 'vending'. De esta manera, es el propio centro quien controla que la comida que se deposite esté en buenas condiciones, que no se haya roto la cadena de frío y que reúna el control higiénico-sanitario pertinente.
En esta nevera solidaria, cada día, se depositan los alimentos que han sobrado de la línea de autoservicio, de la que dispone el comedor de esta residencia, y hasta allí, se desplazan tanto estudiantes con dificultades económicas, vecinos de la zona o trabajadores, que tienen la oportunidad de ahorrar con este servicio.
La Nevera Solidaria
Este proyecto de lucha contra el despilfarro de alimentos surgió en 2015, en el municipio vasco de Galdakao (Bizkaia), de la mano de Alvaro Saiz, presidente y fundador de la Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao (GBGE). Desde entonces, esta iniciativa se ha ido trasladando a diferentes partes de España.Y es que, aproximadamente, 40% de los alimentos que se producen a nivel mundial, ni siquiera lleguen a comercializarse bien por su aspecto o bien por la cercanía de su fecha de consumo preferente. Con la Nevera Solidaria se consigue que los alimentos puedan ser aprovechados por aquellas personas que lo necesitan.