Morales: "Ante el Oviedo tenemos que estar tranquilos y que el ansia de querer ganar no nos pueda"

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Parece una quimera abstraerse de todas las emociones que concita el duelo del fin de semana ante el Oviedo. El partido adquiere magnitud. El Levante asume el choque desde la perspectiva que determina la proyección hacia la Primera División. El triunfo ejerce de catapulta. Morales establece las coordenadas fundamentales para metabolizar el sentido que presenta el partido. “Tenemos que estar muy tranquilos y que el ansia de querer ganar no nos pueda”, advierte para proseguir con esa línea argumental que acentúa cuestiones que afectan principalmente a la psique de los futbolistas. “Afrontamos el encuentro con mucha alegría, con muchas ganas y con mucha ilusión, pero hay que salir muy concentrados”. En su discurso se materializa el componente deportivo. En ese sentido, no olvida el pedigrí del adversario. Es un duelo por todo lo alto con dos aspirantes a la élite.

"Enfrente tendremos un rival duro que nos lo pondrá muy difícil porque pelea por meterse en el Play-Off”. No obstante, regresa al punto inicial. “Las ganas con las que salgan aquí no pueden superar las nuestras de ascender a Primera División”. El duelo ante la escuadra ovetense conlleva una retribución desde un plano más personal e íntimo. El Comandante no dudó en permanecer alistado a la causa azulgrana para defender su escudo en la categoría de Plata en busca de esa proyección inmediata hacia el Olimpo del balompié español. En su mente solo existía la materialización de ese pensamiento. Es un ejemplo de fidelidad a unos colores y a una filosofía. “Mi decisión cuando decidí quedarme fue para pelear por esto y devolver al Levante a Primera. Fui parte implicada en el descenso y no quería irme irme y dejar al equipo en Segunda”.

El jugador reitera la idoneidad de la resolución adoptada. “Fue una decisión acertada. Estoy muy orgulloso de aquel día cuando decidí quedarme. Según va la temporada estoy más satisfecho por esa decisión”. ¿Y la posibilidad de marcar el gol que valide el ascenso? Hay una tendencia hacia la oscilación en la respuesta esgrimida. “Me volvería loco o me quedaría muy tranquilo”, significa con una sonrisa en los labios. “Quedan muchos días todavía por delante”. No obstante, hay alguna que otra certeza. “No faltará la celebración del Comandante y lo que venga. Creo que lo hemos pensado todos en estos días desde que sabemos que el sábado puede ser el día. Si marco yo que quede en la memoria de todos y si lo hace otro compañero quedará igual en la memoria de toda la gente”.

Lo cierto es que el ascenso puede consumarse en los días finales del mes de abril cuando todavía restan infinidad de batallas para el ocaso del curso. El hecho dimensiona la trayectoria del Levante en un ejercicio excelso. La realidad supera las ilusiones suscitadas en el nacimiento de la temporada, si bien pone voz a la dificultad y la fortaleza mental de un colectivo que se ha caracterizado por su fidelidad inquebrantable a un estilo y a una doctrina. “La verdad es que cuando empezamos en julio nadie imaginaba llegar a esta situación. Ha sido muy largo y muy duro. Pese al margen que tenemos la gente piensa que ha sido fácil, pero ha sido muy complicado. Hemos luchado y hemos sufrido para no caer en la relajación. Según han ido pasando las semanas hemos ido confiado en nuestro estilo y en nuestras posibilidades y en pleno final de abril podemos subir a Primera División”.

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