Míriam Hatibi: “Se ha fallado en muchas cosas en relación a las políticas de integración”

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Fue el rostro que muchos telespectadores  pudieron ver en varias ocasiones justo después de los atentados del 17 de agosto en Barcelona y que ayudó a ponderar, desde la comunidad musulmana local, los porqués de lo que había pasado. De todos modos ella insiste en recordar que esta comunidad no existe como tal sino que incluye tantas opiniones como las de la sociedad donde se inserta. Nacida en Barcelona el 1993 de padres marroquíes, es analista de datos en una agencia de comunicación, así como portavoz de la Fundación Ibn Battuta, una entidad creada para potenciar el intercambio sociocultural y la difusión del conocimiento científico entre Marruecos y España.

-Usted se hizo muy popular durante los días de los atentados porque enseñó una cara amable del islam en Cataluña. Siempre con su velo, además. ¿Quizás ha ayudado a normalizar la presencia en público?

No lo sé. A mí me gustaría pensar que esto es así pero también es verdad que son cosas muy puntuales y al final no tendría que sorprender, que yo o una persona como yo estuviera allí. Si he ayudado a normalizar o no lo sabremos con el tiempo; en todo caso no habrá estado gracias a mí sino a muchísima más gente que hace años que trabaja para normalizar la presencia de estos símbolos. Pero todo esto lo sabremos con el tiempo. Lo que sí es que estamos dedicando muchos esfuerzos.

-Vamos al fondo de la cuestión. ¿Los atentados de las Ramblas y de Cambrils son una anécdota en medio de un mar de jóvenes efectivamente integrados en  nuestra casa o, al contrario, demuestran que no estamos siendo capaces de integrar la población recién llegada todo lo bien que parecía?

No tenemos que perder de vista que los atentados fueron una acción de un grupo de personas y por lo tanto no podemos generalizar y decir que todos los jóvenes musulmanes son potenciales terroristas. Pero es verdad que el hecho que haya pasado esto nos ha hecho pensar en que se ha hecho hasta ahora. Y más allá de la radicalización está claro que se ha fallado en muchas cosas en relación a la integración. Y esto es una cosa que tenemos que pensar no sólo en el sentido de "si no integramos bien, estos chicos se nos radicalizan" sino en el sentido de plantearnos el modelo social que tenemos. Y en esto hay muchísimo por hacer.

-¿Qué se hace bien y que se hace mal en estos momentos en Cataluña a la hora de acoger la población musulmana?

Lo que se ha hecho bien es que se está empezando a trabajar de forma transversal. Ha costado que se haga pero ha empezado a hacerse. Al final, la gestión de la diversidad no puede ser que se haga sólo desde un departamento del Ayuntamiento o la administración que sea y que los otros no tengan ni idea de esto. Tiene que ser una cosa transversal. Toda la lucha por la igualdad de género nos ha ayudado bastante, en esto. En este sentido, sí que hay camino y ha habido mucha voluntad política. Ahora bien, ha habido un momento en que se han seguido considerando nuevos ciudadanos personas que ya eran ciudadanos de pleno derecho. En el tema del derecho a voto hay que incidir, en el tema de las políticas que se hacen hacia estas comunidades se tiene que decir que siguen siendo muy paternalistas, todo el tema de hablar de segunda generación, que es un error... es tan sencillo como crear un sentimiento de ciudadanía y de pertenencia que sea compartido. Que los inmigrantes o hijos de inmigrantes se sienten ciudadanos parte de la sociedad... y que la sociedad los sienta como parte. Hay muchísimas personas que han conseguido llegar a este nivel pero hay otros que hace 25 años que están aquí y los siguen viendo como "los de fuera".

-¿Podríamos decir que se ha abierto la veda a la islamofobia?

Creo que es una cosa que nos queda mucho por hacer. Estamos empezando ahora a darnos cuenta de todos los niveles de islamofòbia que puede haber, desde la islamofobia de la ignorancia, de la maldad... es algo que no sé cuánto tiempo necesitaremos por erradicar pero nos tenemos que empezar a poner, y tanto.

-¿En qué se diferencia racismo de islamofobia?

La islamofobia es una forma de racismo. Simplemente la islamofobia está dirigida hacia personas musulmanas o que parecen musulmanas. Por ejemplo, una persona que es de Túnez pero es cristiana, si tiene un nombre árabe seguramente sufrirá islamofobia porque se la identificará como musulmana. Una persona que se llama Ramón que se convirtió al Islam hace treinta años... no sufrirá, a no ser que él se identifique como tal.

-¿Es absurdo hablar de población musulmana en la medida que no todos hablen árabe y que ni siquiera todos son del Magreb? Tendríamos que desconstruir esto de "Los musulmanes"?

Cuando decimos comunidad musulmana estamos hablando de todos los musulmanes que hay en una comunidad. Lo que pasa que cuando hablamos de "musulmanes" mucha gente lo asocia a inmigrantes árabes, porque la comunidad musulmana de aquí está formada también aquí por inmigrantes asiáticos, por personas que se han convertido al Islam o por hijos de inmigrantes. Es una comunidad que a menudo nos olvidamos de lo diversa que es. Y este es el problema: englobar la comunidad musulmana cómo si fuera "el musulmán", cuando hay de muchos tipos. Dentro de la comunidad musulmana hay personas que practican la religión de muchas formas diferentes, que tienen perfiles muy diferentes y que tienen opiniones muy diferentes. Y esto es importante que lo recordemos.-Los atentados terroristas sucedieron el 17 de agosto, ahora ya unos meses, pero en cambio todos nos hemos olvidado rápidamente porque hay otro tema candente sobre la mesa, la resolución del Proceso. ¿Hemos perdido una oportunidad para reflexionar a fondo sobre la cuestión?

Han desaparecido de los medios de comunicación pero el trabajo que se estaba haciendo alrededor de la integración es trabajo que se estaba haciendo y que se ha seguido haciendo. Es verdad, de todos modos, que los atentados nos han hecho replantear cosas. Por lo tanto no se habla tanto en los medios pero la gente que trabajamos alrededor de esta cuestión lo tenemos muy presente.

-La filósofa Marina Garcés, en el pregón de Mercé, insinuó que los jóvenes de Ripoll que cometieron los atentados eran también víctimas. ¿está de acuerdo?

Yo creo que hay una fase en que eres víctima, que es la fase en que se los está captando, en que se los está identificando como personas vulnerables, pero después hay una fase en que hay una responsabilidad individual y creo que la mayoría de personas podemos saber lo qué está bien y lo que está mal y hay cosas que es evidente que están mal. Por lo tanto decir que son víctimas y no verdugos... es también un tipo de paternalismo que niega la visión individual de cada persona. Primero fueron víctimas pero después se convirtieron en asesinos, sin lugar a dudas ni justificación.-Por cierto, ¿ Cómo vive la comunidad musulmana todo lo que está pasando estos días en Cataluña y en España?

La comunidad musulmana es muy diversa y está formada por personas muy diferentes. Por lo tanto, todos los tipos de sentimientos que te hayas podido encontrar en la población general tienen cabida dentro de esto que decimos la comunidad musulmana. Desde gente independentista y activista hasta gente que no quiere participar por miedo a no votar porque se considera que no fue un referéndum con legitimidad... todas las posturas que te puedas imaginar, las puedes encontrar. La única diferencia que hay es que los inmigrantes musulmanes no pudieron votar, porque había que tener la nacionalidad española, y por lo tanto algunos de estos participaron en la campaña previa pero muchos no porque ya sabían que no podrían ir a votar. Y después está el hecho que cuando los inmigrantes se implican en política –y también sus hijos– se los dice que "se vayan a hacerlo a su país". Por lo tanto, el tema también está aquí: cuando tú reivindicas una posición política, hay muchísima gente que considera que no están legitimados a hacerlo.

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