Las "alfàbegues" de Bétera no consiguen el récord

Les plantes s'han quedat prop de l'altura rècord, però no ho han aconseguit per la falta de calor en relació a altres anys

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Como cada año, Bétera celebra sus fiestas de la Virgen de la Asunción, junto a la tradicional procesión de las "alfàbegues" (albahacas) de este miércoles. La previsión de este año era que las matas de albahaca superasen el récord histórico, situado en los 2,86 metros de altura, de 2012, pero las temperaturas no han favorecido el crecimiento de las plantas, al igual que ocurrió el año pasado.

'"Criar las "alfàbegues" es un procedimiento que se repite año tras año y la gran variante para que crezcan es el calor,. El gran enemigo es el granizo, este año ha granizado pero afortunadamente ha sido de manera leve y no ha causado ningún problema" - Explica Asensi'.

Ramón Asensi, maestro "alfabeguer", ha asegurado que las temperaturas de este año han sido "extrañas", y que por ello, las plantas no han alcanzado su máxima altura. "No ha hecho el calor de otros años, pero las albahacas están bien, están sanas y eso es lo que importa", confesaba Asensi. En la localidad de Bétera se han cultivado un total de 74 matas de la planta aromática, 44 en el huerto de "Manolo El Morquero" y las 30 restantes en el cementerio, y de entre ellas, 16 han sido las elegidas para la "Rodà", y el resto han sido enviadas a diversos ayuntamientos de la provincia de Valencia y a centros públicos, tales como el Ayuntamiento de Valencia, Les Corts Valencianes o el Palau de la Generalitat.

Una apuesta ecológica

Este año, Bétera ha apostado por las albahacas ecológicas. Según se ha confirmado, las albahacas son "totalmente ecológicas", ya que no se han tenido que proteger de ninguna plaga, y por tanto, no ha hecho falta el uso de productos químicos en ellas. Según ha confesado el encargado del huerto, "de los 20 años que llevo cultivándolas, es el primero que no he tenido lanzar ningún pesticida, ya que no ha habido ningún pulgón, ni mosca, ni nada de nada. La gente se las puede comer si quiere".

El martes por la mañana se realizará el sorteo que designe el reparto de las plantas entre las diferentes "obreras", y por la tarde, familiares y amigos de cada una se encargarán de ataviarlas y adornarlas con cañas, tal y como manda la tradición. "Este año las obreras han visto crecer las plantas, han venido mucho al huerto, lo que me alegra enormemente. No sólo han venido los días marcados del calendario por actos oficiales, sino también otros, sin cámaras ni música, a verlas crecer, como se hacía antiguamente", relataba Ramón Asensi.

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