Cuando el escritor Hans Christian Andersen publicó El Patito Feo en 1843, la sociedad de entonces y el contexto histórico no hacían pensar que décadas después su historia se volvería universal y aplicable a varios aspectos de la vida.
En la versión original, el patito feo es un pequeño cisne que se distingue entre sus hermanos patos debido a sus características desproporcionadas y su graznido, que es molesto y no precisamente bello como el de los demás. A medida que avanza la narración, se empieza a percatar de lo importante que es quererse y aceptarse a sí mismo tal cual es más allá de sus diferencias.
La fábula teatral que estrena este viernes el Escalante expone un cuento que se mantiene vigente a pesar de cómo han cambiado los tiempos y costumbres. Con la presentación de valores como la seguridad en uno mismo o la autoestima, se relata la historia de un patito feo utilizando recursos musicales e introduciendo teatro dentro del teatro, con el trabajo de nueve intérpretes en escena.
Esta versión, que ganó el Premio Max 2016 al mejor espectáculo musical, nos relata la historia de un pequeño cisne que ha nacido donde no pertenece y que un día decide escapar para conocer el mundo y entender por qué es como es. Con esto, se enfrenta a vicisitudes y aprende de la vida acompañado de amigos que tampoco son de los más lindos de la naturaleza: una garza, una lagartija y una rata.
La producción de la compañía Albena Teatre se puede ver en el TEM desde este viernes 13 de enero al 5 de febrero.