El Ayuntamiento del Puig elimina las pintadas de la ermita de Santa Bárbara

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El Ayuntamiento del Puig ha eliminado las pintadas y grafitis que ensuciaban las paredes y el entorno de la ermita de Santa Bárbara. La pequeña capilla del siglo XVIII construida en honor a Santa Bárbara vuelve a lucir limpia en la cima de la montaña del mismo nombre, completando la regeneración del entorno que el consistorio llevó a cabo en el año 2016.

La ermita es un edificio cuadrado de aproximadamente 25 metros cuadrados, con una puerta hacia el oeste, que fue edificado por honrar a la patrona de los agricultores. Cada mes de mayo se bendecían los campos para protegerlos de las tormentas, los rayos y el fuego. Desde ella se puede disfrutar de unas excelentes vistas panorámicas de la zona litoral del Puig y sus alrededores.

Los vándalos habían embadurnado la parte baja de dos paredes del edificio con graffitis y manchas de pintura. Los operarios han tenido que emplear material especial para eliminar los restos y devolver los muros a su estado original.

El concejal de Patrimonio Julià Oriola señala que "el incivismo de unos pocos genera un gasto muy grande que debe retraerse de otras partidas presupuestarias y perjudica a todo el pueblo".

El responsable de Patrimonio recuerda que la "irresponsabilidad" de quien realiza las pintadas es "especialmente grave cuando se trata de edificios históricos y patrimoniales como la ermita de Santa Bárbara". Según Oriola, "respetar y cuidar el patrimonio que hemos heredado de nuestros antepasados es una responsabilidad compartida por todos y todas" y  "el consistorio no dudará en aplicar importantes multas y sanciones a quien descubra agrediéndole".

Después de la capilla de Santa Bárbara, los operarios municipales están eliminando las pintadas que hay dispersas por otros monumentos y edificios patrimoniales del municipio, como es el caso de algunas zonas del perímetro del Monasterio que también han tenido que ser limpiadas.

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