Tras años de lucha, esfuerzo y trabajo durante los que todos los vecinos de Patraix han reivindicado el cierre de una subestación, que podía poner en peligro la salud de los que vivían alrededor, por fin, una sentencia del Tribunal Constitucional de Justicia dejó sin efecto la licencia de actividad de esta instalación de transformación eléctrica por considerarla peligrosa. Aun así, la subestación continúa encendiéndose puntualmente.
Y es que es necesario tener en cuenta que, en España, ya existen varias sentencias que han obligado al traslado de transformadores, de potencia muy inferior a la subestación de Patraix, por causar diferentes enfermedades, como leucemia y otros tipos de cáncer, problemas en el sistema inmunológico o depresión, entre otras.
Por todo esto, se anunció el traslado de la subestación de Patraix, ubicada actualmente entre la avenida Gaspar Aguilar y las calles Campos Crespo y Actor Vicente Parra, a una parcela alejada de las viviendas y situadas en la V-30. Sin embargo, esta medida no será posible al menos hasta 2022.
El Gobierno central, dentro de su política de recortes, ha eliminado de la planificación de instalaciones eléctricas, la subestación soterrada del nuevo cauce, que sustituirá a la de Patraix. Desde el gobierno valenciano ya han informado que pedirán a Red Eléctrica Española que se vuelva a incluir la nueva subestación acordada. Una medida que urge, si se tiene en cuenta que Iberdrola había vuelto a solicitar una nueva licencia de actividad, que se ha denegado.
Valencia Extra ha hablado con Toni Pla, presidente de la Asociación Vecinal de Patraix, que nos ha explicado que 'los vecinos llevan años luchando con contundencia para que se traslade la subestación. Por este motivo, no estamos de acuerdo con el retraso, ya que no se está cumpliendo con el compromiso que se hizo'. Además, ha añadido que 'ya se comprobó que según el consumo, la red eléctrica podía funcionar sin la subestación de Patraix'.