El diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, y el presidente de la Fundació pel Llibre i la Lectura (FULL), Jesús Figuerola, han anunciado esta mañana en la 52 Feria del Libro de València que el programa Ciutat Lectora, iniciado en octubre de 2016, abre una convocatoria pública para incorporar este año a nuevos municipios de las comarcas valencianas.
Ciutat Lectoraes un programa del Pla Valencià de Foment del Llibre i la Lectura (PVFLL), que ha promovido y coordina FULL a través de un convenio con la Diputación de Valencia. Ofrece un acompañamiento durante cuatro años para la implementación, estratégica y planificada, de acciones municipales de motivación lectora, dirigidas a toda la ciudadanía de una población.
«El proyecto de Ciutat Lectora es un programa de acompañamiento diseñado para estimular la lectura. La fórmula creada permite la combinación de cultura, conocimiento y fomento de la industria editorial en un mismo proyecto», ha subrayado Xavier Rius.
El responsable del Área de Cultura de la Diputación de Valencia también ha incidido en que la complicidad mostrada por los ayuntamientos en este proyecto «resulta fundamental», ya que «repercutirá directamente en la ciudadanía como principal beneficiaria». Es por ello, ha aprovechado su presentación para efectuar una llamada a los consistorios, «en especial los más pequeños, dado que este programa contribuirá a garantizar de forma efectiva el acceso a la lectura por parte de los vecinos y vecinas de estas localidades con menos recursos», ha apuntado.
Xavier Rius ha explicado que el apoyo de la Diputación a este proyecto «es fruto de la revisión de las iniciativas de impulso y fomento de la lectura, así como del esfuerzo en querer contribuir al incremento del índice de lectura en nuestro territorio», dado que «no hay ninguna duda de que la lectura nos hace más libres», ha remarcado.
Jesús Figuerola, por su parte, ha aseverado que a través de este programa «FULL analiza los puntos fuertes y débiles que cada ayuntamiento acredita en torno a la lectura y con esa información diseña políticas concretas que mejoran sus niveles», ha indicado. «Se trata de preparar planes a medida, no extrapolables, para no dar palos de ciego en la dinamización de la lectura. En cualquier política cultural si quieres conseguir un resultado, tienes que diseñar primero un plan de actuación», ha recalcado.
«Hace seis meses empezamos las gestiones con los primeros municipios que han asumido la iniciativa: Utiel, Catarroja y Alzira», ha apuntado el presidente de FULL, quien ha continuado explicando que «para arrancar se propuso a ayuntamientos con dinámicas lectoras importantes, pero a partir de ahora abrimos una convocatoria pública a toda la demarcación de València, ya que, de momento, es su diputación la que nos está apoyando. Con los nuevos municipios sumaremos alrededor de doce ciudades lectoras al final de esta legislatura», ha pronosticado.
Un modelo propio
El programa está inspirado en varias experiencias similares en España, Europa –como los británicos Book Towns–y de Sudamérica, «a partir de las que hemos intentado crear un modelo que nos sirva para la realidad de nuestro entorno lingüístico», ha apuntado Figuerola. Una de ellas es el proyecto Municipi lector del Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil. De este adopta la idea de trabajar desde la dimensión municipal a partir de un Consejo de Lectura, con el asesoramiento de técnicos especialistas. Aún así, pretende superar los límites del público infantil y juvenil y definir acciones para integrar el conjunto de la población como beneficiaria y dinamizadora del proyecto.El proyecto parte de la constitución del Consejo de Lectura Municipal, organismo integrado por representantes de los agentes más importantes para la promoción del libro y la lectura en el municipio, como son los centros educativos, las AMPA, la Biblioteca, la administración municipal, el sector del libro y las entidades y asociaciones del municipio. En municipios de más de 20.000 habitantes se constituirán dos o más Consejos de Lectura. Y en caso de que la ciudad tenga más de una biblioteca, se puede montar uno por cada una de sus áreas de influencia, por barrios o por distritos.
Intercambio de buenas prácticas
Mensualmente se hará una evaluación y se reconducirán las acciones según los resultados obtenidos. El ayuntamiento es quien firma el convenio de adhesión, financia su implementación y se compromete a apoyar el proyecto durante un período mínimo de cuatro años.El intercambio de buenas prácticas es también uno de los objetivos del programa a la hora de hacer red. Con este propósito se prevé organizar anualmente o bianualmente jornadas de trabajo, intercambio y formación con miembros de las diferentes Ciudades Lectoras.