Tras el periodo estival, este miércoles el alcalde Jesús Ros ha retomado los habituales encuentros con la prensa. Durante el discurso del mismo, el alcalde ha comentado las principales acciones en las que el equipo de gobierno centrará sus esfuerzos en los próximos meses. Entre ellos destaca la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, una cuestión pendiente en el consistorio desde hace años y que se pretende retomar para dar respuesta a cuestiones importantes como el plan de reforma y protección del casco antiguo, entre otras.
Otra de los temas tratados en el encuentro ha sido la situación de sequía que sufre todo el territorio nacional por la falta de lluvias y que afecta, como no podía ser de otra manera, también a nuestra ciudad y las acciones llevadas a cabo en los últimos meses por el equipo de gobierno encaminadas a resolver el problema del abastecimiento del agua en los diseminados del término municipal. Ros ha manifestado que desde el Ayuntamiento se está trabajando desde hace muchos meses para intentar poner solución a este asunto. Muestra de ello son los encuentros que durante los meses de julio y agosto ha mantenido la concejala de Urbanismo con afectados y propietarios de motores o las reuniones mantenidas por el alcalde con la comunidad de regantes de Torrent a finales de julio o con el secretario autonómico de Agricultura la semana pasada en la que ambas partes se emplazaron a una nueva reunión en las próximas fechas para estudiar la situación y tratar de hallar una solución a la reclamación histórica de vecinos y vecinas que tienen sus casetas y campos fuera del núcleo urbano y que se abastecen con agua de regadío. "Vamos a dedicar todos los esfuerzos posibles en dar solución a este asunto y es uno de nuestros objetivos primordiales que la solución al problema del abastecimiento de agua a nuestros diseminados esté en la cartera de prioridades de la Generalitat Valenciana" ha destacado el alcalde Jesús Ros.
El alcalde ha recordado a los medios que “existe desde 1999 un proyecto realizado con un coste de 20 millones de pesetas -120.000€-, cuya puesta en marcha, que debió iniciarse en su momento de manera paulatina y por fases, daría una solución definitiva y pondría fin a estos problemas de abastecimiento”.