La decisión del Ministerio de Hacienda de disminuir en 353 millones de euros las entregas a cuenta a la Generalitat Valenciana por la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha enfrentado al Gobierno con la izquierda valenciana, especialmente con el PSPV y Compromís, que han cargado duramente contra el Ejecutivo.
El delegado del Ejecutivo en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, ha asegurado que el pago a los proveedores está garantizado y decir lo contrario es "faltar a la verdad" y "hacer demagogia". Asimismo, ha recalcado que sin PGE en 2018, "los intereses valencianos salen discriminados y perjudicados".
No obstante, en PSPV y Compromís, la noticia ha molestado mucho. El síndic del PSPV en les Corts, Manolo Mata, ha lamentado "la desidia, la incompetencia y los errores manifiestos de Rajoy y de su sicario Montoro", y ha incidido en la "desfachatez de destinar a la Comunitat todavía menos recursos que en 2017" a pesar de haber incumplido su promesa de reformar el sistema de financiación antes de 2018.
En este sentido, Mata ha señalado que se trata claramente de un error de cálculo y de falta de previsión "que ahora no podemos asumir los valencianos, puesto que ya hemos cerrado un presupuesto contando con el dinero previsto" y ha instado a Rajoy a que aclare "de dónde y a quién quiere quitarle los recursos".
Desde Compromís, califican de "insulto a los valencianos y valencianas" la decisión. Su síndic en les Corts, Fran Ferri, ha lamentado "una situación que traspasa todos los límites" y ha explicado que "mientras la sociedad valenciana está reivindicando unánimemente la necesidad de una financiación justa, el gobierno de Mariano Rajoy no sólo es incapaz de establecer un nuevo modelo en 2017 sino que se destapa con un recorte en lo que tenemos que recibir en 2018".