Investigadores del Peset vinculan el control de los niveles de homocisteína con una progresión más lenta de la retinopatía diabética

Los participantes en el estudio tomaron durante dos años un suplemento oral con antioxidantes y ácidos grasos omega-3 que redujeron los niveles de homocisteína Actualmente, los niveles altos de este aminoácido se consideran como un factor de riesgo cardiovascular La retinopatía diabética es la primera causa de ceguera irreversible en edad laboral (entre los 20 y los 70 años)

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La Unidad de Investigación Oftalmológica "Santiago Grisolía" del Hospital Universitario Doctor Peset, adscrita a la Fundación FISABIO, ha establecido una vinculación entre la disminución de los niveles de homocisteína (un aminoácido de nuestro organismo) y la reducción del riesgo de progresión de retinopatía diabética en pacientes con diabetes tipo 2.

Los resultados del estudio, titulado "Influencia de la hiperhomocisteinemia en retinopatía diabética. Efectos de la suplementación oral con antioxidantes y ácidos grasos omega-3", serán presentados esta tarde por la doctora Silvia Sanz, investigadora de la unidad del Peset, en el V Congreso Internacional de la Sociedad de Investigación de Retina y Ciencias de la Visión (SIRCOVA), que se celebra desde hoy y hasta el 2 de julio en el Centro de Investigación Príncipe Felipe.

Tal y como señala la doctora Silvia Sanz, "los niveles altos de homocisteína se relacionan con mayor riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular puesto que la elevación de los niveles de este aminoácido pueden dañar el recubrimiento de las arterias y promover la formación de coágulos sanguíneos. Nosotros pretendíamos establecer qué beneficio tendría para los pacientes con retinopatía diabética y aumento de la homocisteína lograr bajar esos niveles a valores normales".

La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes que está causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina. En España se estima que afecta a entre un 20 y un 25% de las personas con diabetes tipo 2 y a entre un 50 y un 65% de las personas con diabetes tipo 1.

En sus inicios, esta patología no produce ningún tipo de sintomatología, pero es muy importante diagnosticarla y tratarla puesto que su avance tiene consecuencias graves como el edema macular y otras complicaciones que conducen a una pérdida de visión muy importante y de la calidad de vida. De hecho, la retinopatía diabética es la primera causa de ceguera irreversible en edad laboral (entre los 20 y los 70 años).

En el estudio del Hospital Doctor Peset participaron 162 personas que se dividieron en dos grupos: uno de 94 personas con diabetes tipo 2 (y la gran mayoría con retinopatía diabética) y un grupo de control con 68 integrantes sanos. La mitad de participantes, de manera totalmente aleatoria, recibieron suplementación oral con antioxidantes y ácidos grasos omega-3 (una píldora al día) y se les realizó un seguimiento durante 2 años.

El grupo de pacientes con diabetes tipo 2 partía de niveles de homocisteína significativamente mayores que los sujetos de control y después de los dos años de suplementación con antioxidantes y ácidos grasos omega-3 estos niveles se redujeron a valores normales.

"Con el control de los niveles de homocisteína también observamos un enlentecimiento de la progresión de la retinopatía diabética, algo que es verdaderamente importante para los pacientes con diabetes y, sobre todo, para aquéllos que no habían desarrollado aún retinopatía diabética ya que no mostraron ningún indicio de aparición de retinopatía, manteniendo una retina sana. Pero no sólo eso, sino que la agudeza visual, la presión intraocular y el espesor de las capas de la retina estabilizaron notablemente sus valores en el grupo de sujetos con suplementación que redujeron sus niveles de homocisteína", explica la doctora Sanz, de la Unidad de Investigación Oftalmológica "Santiago Grisolía" del Hospital Universitario Doctor Peset.

Así pues, concluyen, los niveles de homocisteína pueden ser útiles para identificar a los pacientes en riesgo de desarrollar retinopatía diabética y, a su vez, el aumento de este aminoácido es un factor pronóstico adicional para la progresión de la retinopatía diabética, cuyo control puede reducir el riesgo de progresión de esta patología.

Sin embargo, y a pesar de los buenos resultados de la suplementación con antioxidantes y ácidos grasos omega-3, los profesionales del Hospital Universitario Doctor Peset, recuerdan que los pacientes con diabetes y retinopatía diabética no deben olvidar la importancia de llevar una vida con ejercicio, dieta y hábitos saludables, evitando el alcohol y el tabaquismo, puesto que el cuidado personal de la enfermedad es lo primero.

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