Las inspecciones de la central de Cofrentes fallaron antes de los incidentes

Ecologistes en Acció i Tanquem Cofrents duran a terme reivindicacions en els pròxims dies per l’última incidència

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Las revisiones fallaron. Lo admitió el pasado lunes el director de la Central Nuclear de Cofrentes, Tomás Lozano, en sede parlamentaria. Y ese fallo permitió que varios tornillos salieran despedidos mientras se ponía en marcha la central el 31 de octubre, tras mes y medio de parón para recargar el combustible.

Este incidente fue calificado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) como una "anomalía" de nivel 1 de 7, dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Pero pudo haberse evitado de no haber sido por el fallo en la inspección de la válvula del sistema de refrigeración.

El 6 de diciembre volvió a conectarse la central, pero tan solo un mes después, el 5 de enero, tuvo lugar una nueva incidencia debido a que dos de las juntas de las barras de control sufrían "un ligero goteo", en palabras del director, que entonces achacaron a que algunas tuercas estaban "flojas" y que mantuvieron las instalaciones una semana sin funcionar.

Ahora, de nuevo las juntas "no están perfectamente selladas" y la central de Cofrentes está paralizada durante una semana para realizar las labores de mantenimiento pertinentes. Y debido a los reiterados problemas que está dando este sistema, Lozano aseguró que se cambiarán todas las juntas por si hubiera un posible fallo de fabricación.

Son 10 los sucesos notificables que ocurrieron en 2017 y ya van dos en lo que llevamos de año. Sin embargo, el director de la central, gestionada por Iberdrola, asegura que es "absolutamente segura" porque todos los indicadores de funcionamiento de 2017 estuvieron "en verde".

En ese sentido, quiso recordar que las instalaciones "no tienen nada que ver" con las que había cuando se puso en marcha, y que desde 2008, Iberdrola ha invertido "450 millones de euros en modernizar sus instalaciones".

Las peticiones de cierre

Con todo, las asociaciones Ecologistas en Acción y Tanquem Cofrents, junto con el Moviment Ibèric Antinuclear (MIA), están en pie de guerra para pedir que se desmantele la central, cuya licencia de funcionamiento otorgada por el Gobierno de España finaliza en marzo de 2021. Por eso, esta semana hay preparados dos actos por las plataformas: enfrente de la sede de Iberdrola en el centro comercial Aqua de València, y en el Carnaval de Ruzafa, en la que se presentarán disfrazados de ataúdes para reivindicar el cierre de las instalaciones.
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