Era pronto para soñar o no, depende como se mire. Segunda jornada de Liga ante el todopoderoso Real Madrid. Una buena pretemporada, un inicio de Liga con victoria (aunque sufrida), mucha ilusión... pero lo cierto es que, finalmente, la calidad y el físico se impusieron. El año pasado el Valencia Basket logró en la primera jornada y en su cancha dominar al 'ogro' por 82-88 pero este año no ha podido ser y los de Pedro Martínez claudicaron por 19 puntos (75-94) a pesar de que la Fonteta se volcó y el equipo luchó.
El primer quinteto de la temporada en casa estuvo formado por Guillem Vives, Rafa Martínez, Fernando San Emeterio, Luke Sikma y John Bryant. Ellos fueron los encargados de frenar a un Real Madrid que salió enchufado desde el principio de la mano del base menorquín Sergio Llull quien marcó el ritmo del encuentro del principio al final. En los primeros compases el parcial ya era de 0-7 a favor de los visitantes y fueron Sikma y Vives los encargados de devolver al Valencia Basket al terreno de juego.
En los dos primeros cuartos, los de Pedro Martínez fueron capaces de aguantar las embestidas blancas y, a fuerza de carácter y la calidad de Vives, Van Rossom y Sikma, lograron mantener a ralla la distancia en el marcador (32-35, m. 19). Los errores en defensa y la falta de acierto en ataque fueron parte de la tónica en el conjunto taronja pero cuando los locales regresaban de su dispersión eran capaces de rozar la anotación blanca. Ese fue uno de los motivos de la salida a cancha de Chapu Nocioni, quien en escasos tres minutos anotó siete puntos que permitieron al Madrid irse a los vestuarios con ventaja (36-42, m.20).
Si la primera parte dejaba espacio para soñar, el tercer cuarto lo cortó de raíz. El Valencia Basket saltó de nuevo a la cancha creyendo en la remontada y sus posibilidades pero el acierto en los tiros de Randolph y Ayón hubo que sumar los triples de Rudy y Llull quienes con un parcial de 4-16 dejaron el partido listo para sentencia pues el Real Madrid ya se iba de 22 puntos en el marcador (54-76) a falta de diez minutos. En el último cuarto, y a pesar de la distancia en el marcador, el Valencia Basket sacó la casta a relucir y la entrada en cancha de Sato hizo que los taronjas lograran rebajar la distancia a 13 puntos a falta de 6 minutos (63-76). Pablo Laso paró el encuentro y, tras la reanudación, la mano de Llull hizo lo que quiso con el Valencia Basket quien sólo pudo mantener el tipo en los últimos compases del encuentro. Los de Pedro Martínez no dejaron de luchar pero el bloque madridista (más trabajado que el taronja pues llevan tres temporadas juntos) supo dominar el encuentro, no dejó que los locales encontraran su ritmo ni se sintieran cómodos en la cancha, y finalmente dejaron el marcador en el 75-94 final.